Los autores, tres árabes israelíes, fueron abatidos. Netanyahu habló con Abbas
Matan a dos policías en Jerusalén
El incidente ocurrió cerca de la Puerta de los Leones junto a la Explanada de la Mezquita, en Jerusalén este, informó la policía.
Sábado, 15 de julio de 2017
Tres árabes israelíes mataron ayer a tiros a dos policías en la Ciudad vieja de Jerusalén, antes de ser perseguidos y abatidos en la Explanada de las Mezquitas, en uno de los más graves incidentes en este sector clave del conflicto israelo-palestino.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció en un comunicado que la Explanada de las Mezquitas permanecería cerrada al menos hasta el domingo. Para evitar un recrudecimiento de las tensiones, Netanyahu y el presidente palestino, Mahmud Abbas, conversaron por teléfono, un hecho inusual tras la suspensión de las negociaciones de paz en 2014. Abbas condenó el incidente y expresó “su rechazo a todo acto de violencia”, mientras que Netanyahu “hizo un llamado a la calma”.
En ese contexto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, alertó sobre un posible estallido de violencia. Tras condenar el ataque, pidió a todos que actuaran “de forma responsable para evitar una escalada”. Esta explanada, tercer lugar santo del islam, situada en Jerusalén este –anexionada y ocupada por Israel– fue cerrada tras el ataque. La policía anunció también que las oraciones del viernes no se celebrarían. Horas más tarde, la policía israelí detuvo al muftá de Jerusalén, el líder religioso musulmán Mohamed Husein, y más tarde lo liberó. Uno de sus hijos, Ahmad, explicó que su padre había sido interrogado por la policía respecto a su llamamiento a los musulmanes a acudir a Jerusalén en protesta por el cierre de la explanada, un acto que los agentes “calificaron de incitación al odio”.
El cierre fue dispuesto por la policía, pero, además, Netanyahu ordenó desmantelar las tiendas de duelo que montaron en el lugar, las que denominó “familias de los terroristas en Um al Fahm”.
Los principales partidos palestinos convocaron manifestaciones para oponerse a la medida y Al Fatah llamó a los fieles a acercarse ayer hasta la Explanada de las Mezquitas como protesta.
La última vez que Israel canceló temporalmente la entrada al culto musulmán fue en 2014 en respuesta al intento de asesinato de Yehuda Glick, uno de los promotores del cambio del statu quo en la explanada que tanto temen los musulmanes, lo que provocó semanas de tensión. Netanyahu declaró que “tomaría todas las acciones necesarias para mantener la seguridad en el Monte del Templo (denominación judía de la explanada) sin cambios en el statu quo, por el cual está arrestado de Jordania y los judíos pueden acceder pero no orar en el recinto.
Esta mañana, los fieles musulmanes tuvieron que rezar en la calle, en las inmediaciones de la ciudad amurallada, ante la imposibilidad de acceder a ella.
El sheik Omar Kiswani, director de Al Aqsa, señaló que es la primera vez que se decreta una prohibición de este tipo en viernes de rezo.
El incidente se inició a las 07:00 de la mañana, cuando tres árabes israelíes abrieron fuego contra fuerzas de seguridad cerca de la Puerta de los Leones junto a la Explanada de la Mezquita, en Jerusalén este, informó el portavoz policial Micky Rosenfeld. Los ataques dentro de la Ciudad Vieja no son habituales y mucho menos en el recinto sagrado, y además los atacantes árabes con nacionalidad israelí son la minoría.
Los tres atacantes, árabes de entre 19 y 29 años con ciudadanía israelí y originarios de Um al Fahm, en el “triángulo árabe” de Galilea, cerca de Haifa, murieron en el incidente por disparos de la policía israelí. Fueron identificados como Mohamed y Mfadal Jabarin, ambos de 29 años, y Abdel Latif Jabarin de 19 años. Según imágenes difundidas por la policía, salieron armados de la Explanada y, tras abrir fuego contra los uniformados, volvieron a entrar en el recinto, donde se prolongó un tiroteo.
Dos de los tres policías heridos, Hail Satawi, de 30 años, y Kamil Shanan, de 22, murieron luego en un centro hospitalario. El tercero, de 39 años, recibió heridas leves y fue atendido en el centro médico Shaare Zedek. La policía calificó este incidente de “inusual y extremo”, declaró que se habían traspasado las “líneas rojas” y decretó el cierre del recinto sagrado durante todo el día, algo que no ocurría un viernes de rezo musulmán desde 1990, según Haaretz.
La amplia explanada alberga la Mezquita de Al Aqsa y el santuario de la Cúpula de la Roca y es considerada el tercer lugar más sagrado en el islam.
Para el judaísmo es el Monte del Templo, a cuyos pies se encuentra el Muro de los Lamentos, en un recinto separado, donde los viernes miles de creyentes se acercan también a rezar con el inicio del shabat (sábado de descanso) al atardecer.
Netanyahu explicó, tras una reunión con los representantes de las fuerzas de seguridad y los ministros de Defensa y Seguridad Pública, que el recinto estará cerrado durante el fin de semana para facilitar las investigaciones y que el domingo se evaluará su “apertura gradual” a fieles y visitantes.
Más tajante, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, declaró que “el Estado de Israel defenderá su soberanía y a sus ciudadanos con mano dura y no permitirá a nadie provocar una guerra sangrienta en la región”.
Después de la Guerra de los Seis Días, en 1967, Israel anexó de un modo unilateral el territorio de Jerusalén Este que los palestinos aspiran a convertir en su capital, medida que la comunidad internacional considera ilegal.
Estos sucesos se enmarcan en una ola de violencia que se inició en octubre de 2015, que ya costó la vida de casi trescientos palestinos y más de cuarenta israelíes. En tanto, durante una redada en el campo de refugiados de Dheisheh, en Cisjordania ocupada, murió un joven palestino por disparos del ejército israelí.Sábado, 15 de julio de 2017