Entrevista al senador brasileño Paulo Paim, referente del Partido de los Trabajadores
“Este Congreso está de espaldas a la población”
El ex secretario de la Central Unica de los Trabajadores de Brasil afirma que el gobierno de Temer “está acabado” y que el Congreso “está de rodillas al Ejecutivo”, ya que pretende aprobar una reforma laboral que suprime derechos.
Martes, 11 de julio de 2017
PáginaI12 En Brasil
Desde Brasilia
“Los grupos económicos que pusieron a Michel Temer en la Presidencia quieren instalar una lucha de clases abierta” asegura el senador Paulo Paim, ex secretario de la Central Unica de los Trabajadores que nunca vio un “gobierno tan cruel con el pueblo, ni siquiera en la dictadura se atacó tanto a la legislación laboral”.
“Nadie sabe cuanto durará Temer, su gobierno está acabado, él es una marioneta al servicio de los intereses del cinco por ciento de la población para la cual es necesario acabar con el legado de la era Lula cuando la desocupación era del 4,5 por ciento y ahora llegó al 13,3 por ciento”.
Paim conversó durante casi una hora con este diario en el café ubicado junto al Plenario de la cámara alta donde son incesantes las negociaciones previas a la reforma laboral que se va a discutir hoy.
“Espero que impere la sensatez y se postergue el debate (...) estamos frente a una canallada que afectará a 100 millones de trabajadores” señala pausadamente el único senador afrodescendiente de un país con más del 52 por ciento de su población negra, parda o mulata.
“Mañana podríamos repartir rosas a los senadores para que recapaciten, las rosas son simbólicas como las camelias fueron el símbolo de la resistencia a la esclavitud (abolida den 1888)” dijo ayer el legislador en el recinto del Senado.
A unos metros de allí, en Diputados, la policía impedía que sindicalistas protestaran en la Comisión de Constitución y Justicia donde el legislador instructor del caso Temer recomendó que éste sea juzgado por el escándalo de corrupción que puso en jaque su continuidad en el cargo (ver aparte). El Legislativo es una caldera.
El oficialismo se afana en aprobar con urgencia, sin debate, las reformas laboral y previsional (ésta más demorada) mientras el gobierno se extingue como una vela ante una oposición que intenta garantizar la discusión sobre esos proyectos.
Paim es la voz cantante del Partido de los Trabajadores (PT) en la desigual contienda para impedir un “programa de cambios estructurales monstruosos, perfectamente calculado cuando se dio el golpe contra la presidenta Dilma (Rousseff), las reformas previsional y laboral y previsional son el núcleo de este proyecto de país”.
“Temer sigue en el Palacio para proteger a su gavilla y las élites le consienten seguir gobernando siempre que les garantice la destrucción de la CLT”.
–¿CLT es la legislación del presidente Getulio Vargas?
–Exacto, es la Consolidación de las Leyes del Trabajo ( CLT) de los años 40 con la que se dio un poco de equilibro en la relación capital-trabajo. Luego vino la Asamblea Constituyente de 1988, con el debate sobre el derecho de huelga y otras conquistas importantes. En el 88 fui diputado constituyente con Lula, con Fernando Henrique Cardoso, con Ulysses Guimaraes, nuestros proyectos no buscaban profundizar la lucha de clases, y en esa época había un diálogo con la derecha que ahora se perdió, esta derecha que está gobernando es brutal.
Lo que se está proponiendo es algo monstruoso, el proyecto oficial hizo 200 modificaciones a la CLT, volveremos a una situación de total desprotección del trabajador como antes de los años 40.
–¿Cuáles son los artículos más representativos del proyecto?
–Hay cosas que parecen pensadas con perversidad como autorizar que las mujeres embarazadas trabajen en área insalubres junto con otros artículos que de hecho terminarán con las negociaciones colectivas porque se autorizará que lo negociado en un lugar de trabajo no respete lo que dice la ley . Y están haciendo una propaganda diciendo que el empleado tiene la libertad de elegir. ¿Qué libertad es esa? La libertad de no tener aguinaldo, la libertad de no tener vacaciones, la libertad de no tener estabilidad. Se engaña al pueblo diciéndole que la flexibilización traerá trabajo, y no es así, traerá más garantías para que el patrón lo pueda despedir: hoy tenemos casi 14 millones de desocupados, a este paso en un tiempo tendremos 15 millones.
Es un proyecto criticado en la OIT (Organización Internacional del Trabajo) porque desprotege al empleado que sufre un accidente, siendo que Brasil ya es uno de los campeones mundiales en accidentes de trabajo en el mundo.
Michel Temer será recordado como el presidente más impopular de la historia brasileña, el que llegó al gobierno a través de un golpe y el que hizo de todo para implantar el Estado mínimo.
–¿El gobierno logrará aprobar la reforma?
–Probablemente sí, no creo que la podamos frenar a menos que surja otro hecho, escándalo, que altere el cuadro de situación. Pero tal vez podamos introducirle cambios al proyecto para que tenga que volver a Diputados.
–¿Por qué no tuvo gran respaldo la huelga de fines de junio?
–Porque después de la primera huelga del 28 de abril, que fue exitosa, los patrones amenazaron con despedir al empleado que adhiriera al segundo paro, y la gente tiene miedo a perder el trabajo. Creo que será difícil hacer otra huelga en el corto plazo, pero creo que habrá más protestas puntuales.
–¿En Brasil hubo un Estado de Bienestar?
–Sí, fue el que se construyó durante los gobiernos de Lula (2003-2010), se multiplicó por diez el número de estudios, se crearon decenas de escuelas técnicas, por no hablar de los programas sociales como la Bolsa Familia que ahora Temer acaba de informar que no será reajustada con la excusa de que faltan recursos que sí los hay para pagar los banqueros las tasas de interés más altas del mundo. El Banco Mundial, estoy diciendo el Banco Mundial, llegó a criticar la reducción del dinero disponible para la Bolsa Familia. Brasil fue una referencia con el programa Más Médicos (con miles de profesionales cubanos) que está encogiéndose poco a poco.
–¿Estos programas explican la popularidad de Lula?
–El pueblo tiene memoria de lo que hizo Lula, por supuesto. Su liderazgo viene de antes del gobierno, Lula es el mayor líder de este país desde de San Bernardo (tras huelgas de años 70), enseguida se destacó como el mayor personaje de la vida nacional que sigue siéndolo hasta hoy, Y sigue siendo un candidato presidencial prácticamente invencible. Desde mi punto de vista no hay nadie en la derecha que pueda vencerlo en elecciones directas anticipadas, que es lo que pedimos desde el PT, o en las elecciones previstas para octubre del año que viene.
–¿Le permitirán ser candidato?
–Ellos, quiero decir la derecha y los que dieron el golpe, trabajan 24 horas al día para que Lula no pueda presentarse, será una dura batalla hacer que Lula pueda volver a la presidencia.
–El juez Sergio Moro, a cargo de la causa Lava Jato, posiblemente presentará en breve la primera condena contra Lula de quien es un evidente adversario.¿Moro puede ser candidato en 2018?
–Realmente no creo que el juez Moro se presente en las elecciones, pienso que el seguirá actuando como juez en Lava Jato. Yo no soy afecto a colocar a Lula y Moro como antagonistas políticos, creo que cada uno desempeña un papel. Claro que toda actuación pública es también política.
“Quiero decir, Moro es un líder del poder judicial y hace su papel de juez en una causa que tiene impacto en la vida política, no se puede ignorar que Lava Jato tiene un gran prestigio popular, esto es real”, apunta Paim .
Ingresar al Congreso brasileño no es tarea fácil debido a los controles ordenados por sus autoridades que son el titular del Senado Eunicio de Oliveira y el jefe de Diputados Rodrigo Maia, considerado un posible sucesor de Temer en caso de que éste no logre sobrevivir a la tempestad política y rechazo popular que enfrenta.
Este reportero tuvo que sortear tres requisas hasta poder ingresar al Palacio en cuyos pasillos se observaba un nutrido número de efectivos de seguridad.
“Cada vez que se tratan temas espinosos el Congreso es rodeado de policías, se colocan vallas, un montón de medidas para que no ingrese el pueblo. Esto pasa porque tenemos un congreso que está de rodillas al Poder Ejecutivo y de espaldas a la población”, plantea Paulo Paim.
–¿Lo sorprendió la represión contra la protesta del 24 de mayo por la renuncia de Temer?
–Lo que pasó el 24 es una fotografía de un país que vive en un estado casi de excepción, la policía montó una barrera que impedía acercarse al Congreso, ni siquiera nosotros los parlamentarios éramos autorizados a entrar. Una barbaridad. Se lanzaban bombas de gases lacrimógenos, machetazos, gente sangrando, las fuerzas de seguridad atacando a la población, un jubilado herido de bala. La represión es una de las características de este gobierno. Y después de esa agresión contra la población que se movilizó pacíficamente el gobierno irresponsable, para demostrar que tiene fuerza, llamó al Ejército. Fue algo totalmente injustificado.Martes, 11 de julio de 2017