Fue probada por un equipo español en ensayos preclínicos
Cáncer: avanza una terapia que refuerza las defensas del organismo y ataca al tumor
El cuerpo cuenta con unas células denominadas “asesinas naturales”, que pueden identificar y eliminar la enfermedad. Como algunas veces no actúan de la manera esperada, los investigadores realizaron una modificación genética que mejora su eficacia y brinda nuevas esperanzas.
Martes, 25 de marzo de 2025

Cada nuevo paso en la lucha por combatir el cáncer renueva las esperanzas. Esta vez la noticia llegó desde España, gracias al aporte realizado por científicos y científicas de la Universidad Autónoma y la Universidad Pompeu Fabra, ambas de Barcelona. En concreto, modificaron genéticamente células del sistema inmune para que puedan destruir de una manera más eficaz a las células cancerígenas. Lo probaron en ensayos de laboratorio y en ratones, para cáncer de mama y colorrectal. La terapia demostró ser eficaz y los resultados fueron difundidos en un artículo de la revista Nature Immunology.
Básicamente, a partir de una modificación en los genes, el equipo español logró robustecer las defensas del propio organismo para que pueda tener mejor éxito al momento de enfrentar las células de los tumores. Es algo así como dotar de mejores herramientas a las propias defensas para que puedan cumplir mejor con su trabajo y preservar la salud del cuerpo. Impedir la progresión de las células cancerígenas puede ser un paso fundamental.
Al interior del sistema inmunitario, existen células denominadas “Natural Killers” (NK) o asesinas naturales, es decir, unos linfocitos que se encargan de identificar y eliminar a las células tumorales. El asunto es que hay muchos tipos de cáncer cuyo avance elude cualquier defensa que el organismo pueda proponer y culminan por dañar la salud de las personas. Al mejorar la performance de las NK, se vio en ensayos preclínicos cómo son capaces de contrarrestar los efectos negativos de aquellas moléculas que están presentes en la mayoría de los tumores sólidos.
Daniel Alonso, investigador del Conicet y referente del Centro de Oncología Molecular y Traslacional (COMTra) de la Universidad Nacional de Quilmes, comenta: “Las NK son otras de las células que utiliza el sistema inmunológico para defenderse de las células tumorales. De hecho, a la inversa, se sabe que muchos tumores ponen en marcha mecanismos de apagado de las células NK para que estas no lo ataquen y así poder propagarse”.
El equipo internacional lo comprobó en laboratorio y con animales, y vio que la modificación de las asesinas naturales confiere una ventaja al cuerpo por sobre los tumores. A partir de las tijeras genéticas Crispr Cas 9 (cuyas creadoras Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna obtuvieron el Nobel de Química en 2020), eliminaron un gen de las NK y las volvieron más resistentes a la acción de los tumores.
No solo eso, de hecho, observaron cómo para cáncer de mama y colorrectal metastásico alcanzan los tumores, penetran en su interior y los destruyen. Es decir, burlan la vigilancia y la estrategia que el tumor desarrolla en el cuerpo del paciente para poder liberarse del sistema de defensas humano. Así, las asesinas naturales se tornan más asesinas que antes.
Alonso, sin embargo, observa con cautela: “El trabajo es muy interesante. Si bien la contribución es de un enorme interés, el apagado del gen lo hacen a través de la técnica Crispr Cas 9. Es una herramienta muy útil a nivel molecular, que permite anular la expresión genética y así permitir ciertas pruebas. Aporta un conocimiento, pero luego habrá que ver cómo se debería llevar a la práctica”.
Este nuevo estudio representa un paso importante en el rubro de la inmunoterapia activa. En este sentido, más allá de utilizar las herramientas convencionales para controlar la progresión de la enfermedad (radio o quimioterapia), propone mejorar la eficacia de las cualidades del propio sistema inmunológico. El avance es el producto de una articulación entre los científicos españoles, un equipo del Karolinska Institutet de Suecia, y las empresas Miltenyi (Alemania) y Glycostem Therapeutics (Países Bajos).
Cada aporte en el campo de la oncología se recibe como una buena noticia porque el cáncer constituye una de las enfermedades con mayor incidencia a nivel mundial. Para tener referencia de la dimensión del problema, el Observatorio Global del Cáncer calcula que en el planeta se diagnostican 35 casos por segundo, mientras que en Argentina se reporta uno cada cuatro minutos. En la actualidad, provoca la muerte de 10 millones de personas al año y, hacia mediados de siglo, según la Organización Panamericana de la Salud, la carga mundial por la enfermedad podría representar 30 millones de nuevos casos.Martes, 25 de marzo de 2025