Partido Justicialista
La renuncia
La salida de Javier “Tata” Sigilio de la Secretaria de Gobierno Municipal. La propuesta del intendente Martín Ascùa para retenerlo. El impacto en la interna peronista. El futuro político de “Tata” Sigilio. El silencio de Miguel Arias. La llegada de Miguel “Lali” Giorgio a la cartera de gobierno: Los motivos de su elección. La tarea política.
Lunes, 2 de septiembre de 2024
Indudablemente las últimas semanas, fueron de turbulencias para el oficialismo comunal, con la salida de la gestión del Secretario de Gobierno, Javier “Tata” Sigilio.
La noticia del miércoles, sorprendió a todos, aunque algunos sectores del peronismo, la tomaron con dramatismo, como si la política no fuera lo que siempre fue, una “disputa de poder permanente”.
Los pasos al costado, de los Secretarios de Gobierno, fueron una constante en la historia política local.
Durante la etapa del otrora intendente, Rubén “Rulo” Verón (PANU 2001-2005), pasaron cuatro Secretarios de Gobierno por la gestión, Roberto García, Juan Carlos Aguirre (éste último, durante la licencia forzosa que tomó Verón), Carlos Obregón y finalizó el mandato, Ricardo Saucedo. Un dato, Obregon fue quien duró más.
Eduardo Vischi (UCR 2005-2013), también tuvo su tembladeral político con la salida de Gustavo Brunnel, pese a ello, la gestión siguió y fue reemplazado por José “Chelo” Sincovez.
Ya más cercano, la administración de Raúl Tarabini (UCR 2013-2017), continuó con Sincovez, al frente de la estratégica Secretaria de Gobierno. Si bien es cierto, que el “Chelo” estuvo hasta el final del mandato, la relación no estuvo exenta de tensiones.
Cuentan que en esa época, cuando al “El Profe”, le informan que el candidato a intendente para las elecciones del 2017, no iba ser él, sino su Secretario de Gobierno, fue tal su enojo, que no apareció durante una semana en la intendencia.
Los conflictos son inherentes al ejercicio de poder.
Tal vez lo llamativo era la amistad que unía al Intendente, Martín Ascúa y al renunciante, Javier Sigilio, pero la amistad y la política, no siempre se llevan bien.
El desgaste de la relación, entre ambos, tras siete años y medio de administración, y el adelantamiento de la puja por la candidatura a intendente, podrían simplificar las respuestas al interrogante de qué pasó.
La distribución de las gorras, con la inscripción “Tata” 2025 en el parque Municipal, Juan Domingo Perón, durante el último Festival del Guiso, no fue la causa del conflicto, sino la consecuencia de una situación política interna, que ya venía fragilizada.
Para buscar una salida, Ascúa le propuso a Sigilio, que dejara la Secretaría, y pasara a ocupar otra área de gobierno, que lo ponga en igualdad de condiciones con los otros tres precandidatos a intendente del PJ, los concejales Miguel Arias, Cesar Barés y la Secretaria de Desarrollo Económico, Gisela Maidana.
Sigilio rechazó la propuesta, convencido de que ya no tenía más espacio en la gestión.
Cada uno se mantuvo en su postura, Ascúa con la idea de que hacía lo correcto y Sigilio con la convicción de que no era merecedor de ese trato.
Las diferencias se acentuaron, al punto que Sigilio terminó dando un paso al costado.
A partir de ahí, los tiempos fueron vertiginosos. Rápido de reflejos, Ascúa pensó un plan B, ante una eventual salida del gobierno, de Sigilio.
Los caminos conducían, a quien ocupaba en ese momento, la Secretaria de Desarrollo Humano y Participación: Miguel “Lali” Giorgio.
Otros nombres, también circularon, por cercanía al jefe comunal y dinamismo político: Sebastián Silva, Secretario de Coordinación y Planificación, y Gisela Maidana.Contaban con un problema, los dos son integrantes de la Juventud Peronista, enfrentada en los últimos tiempos con Sigilio. Si cualquiera de los desembarcaba, hubiera sido leído políticamente, como un golpe que dio la JP, para apropiarse del cargo. Además, Maidana es precandidata, le cabía las generales de la ley como a Sigilio.
Un nombre que también estuvo en danza, es el de Cesar Bares, pero cuenta con la misma condicionalidad que Maidana, está lanzado a la candidatura a intendente. De igual modo, se pensó que no era conveniente, moverlo del Concejo, donde es una ficha importante para Ascúa.
“Lali” terminaba cerrando por encima de los sectores en pugna y sin pretensiones de ser candidato, al menos a intendente el próximo año.
De vasta trayectoria en el PJ, Director de Cultura, concejal en dos oportunidades, (1997-1999), éste primer mandato fue interrumpido por la Intervención Federal, y posteriormente (2005-2009).
En el 2001, ya su nombre sonaba para ocupar la Secretaría de Gobierno, en un posible gobierno justicialista. La derrota electoral de ese año, truncó esa posibilidad.
En el 2009 fue el candidato a intendente del peronismo, en tiempos en que Eduardo “Peteco” Vischi, hegemonizaba la política local. Vischi terminó imponiéndose con el 72 % de los votos, con su reelección.
El conflicto suscitado en la últimas semanas, fue netamente político, no tanto en la gestíón cotidiana que seguirá su rumbo, con lo cual, la tarea de Giorgio será la de suturar las heridas abiertas, en las segundas líneas de gobierno y en la base peronista, donde se advirtió más la revuelta. Para ello, necesitará que sectores del PJ tradicional, y la JP, resuelvan el cese al fuego y acompañen el nuevo proceso.
Un actor político, importante, que se mantuvo en silencio, cauto y al margen de este conflicto, fue Miguel Arias. En definitiva lo ocurrido “no era su problema”, tampoco puede negarse que quedó en mejores condiciones de ser el candidato del Partido Justicialista, pero para esa definición falta recorrer un largo camino.
El “Tata” por estos días se recluyó en su familia. Inicialmente tuvo la idea de abandonar todo, pero se sintió respaldado por los mensajes que recibió. Eso lo volvió a entusiasmar.
Existieron propuestas variopintas, que van desde partidos políticos sueltos, sectores del peronismo disidente, hasta una fracción Libertaria que lo ve con buenos ojos.
Pidió treinta días, para pensar y decidir si continuará o no en la política, tal vez para reflexionar sobre cuanto capital político acumuló hasta aquí, con el portazo que le dio a la gestión municipal.
Eso sí, dejó en claro que no sacará “los pies del plato”, ya que no se irá del Partido Justicialista.
Al parecer habrá más capítulos, mientras tanto hoy en el palacio Municipal, comienza una nueva etapa.
Por Ignacio Villanueva
Lunes, 2 de septiembre de 2024