Dio un emotivo saludo a los fieles; fue vivado y aplaudido
El papa Francisco apareció de sorpresa en la Plaza de San Pedro
El pontífice se presentó por primera vez en público desde que salió del Policlínico: fue trasladado hasta el centro de la plaza en silla de ruedas y con oxígeno suministrado por cánulas nasales.
Lunes, 7 de abril de 2025

Desde Roma
El Papa Francisco hizo este domingo una aparición por sorpresa en la Plaza de San Pedro y saludó a los fieles que lo aplaudían. “Feliz domingo a todos. Muchas gracias”, dijo con una voz un poco débil, siempre en silla de ruedas y con los cánulos nasales que usa para recibir el oxígeno. Llegó para la bendición final de la misa que estaba celebrando en la plaza monseñor Rino Fisichella, viceprefecto del Dicasterio para la Evangelización, en ocasión del Jubileo de los Enfermos y del Mundo de la Salud celebrado el 5 y 6 de abril.
Nadie se esperaba esta visita dado que Francisco, que estuvo internado en el Policlínico Gemelli por 38 días a causa de una neumonía bilateral y otras complicaciones, cuando fue dado del alta, el 23 de marzo, los médicos dijeron que debía hacer una convalecencia de dos meses en Santa Marta, la residencia donde vive dentro del Vaticano. Convalecencia que significaba, además de continuar con las terapias establecidas a nivel farmacológico, de movimiento y respiratorias, que no debía recibir visitas ni tomar contacto con los fieles porque eventualmente le pueden trasmitir algún virus. Por eso este domingo, la sorpresa fue mayor. Pero muchos lo entendieron dado que se trataba del Jubileo de los Enfermos y del mundo de la Sanidad.
“Ciertamente la enfermedad es una de las pruebas más difíciles y duras de la vida, en la que vemos de primera mano lo frágiles que somos (…) Con ustedes queridos hermanos y hermanas enfermos, en este momento de mi vida conviven muchas cosas: la experiencia de la enfermedad, el sentirse débiles, el hecho de depender de otros en tantas cosas, y el hecho de tener necesidad de apoyo”, escribió Francisco en la homilía que preparó para la misa celebrada en la Plaza de San Pedro y leída por monseñor Fisichella. También recordó al Papa Benedicto XVI que “ha dado un bellísimo testimonio de serenidad durante su enfermedad”.
El tamaño de la humanidad, agregó, se mide esencialmente “por las relaciones con el sufrimiento. Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren (…) es una sociedad cruel e inhumana”."Afrontar juntos el sufrimiento nos hace más humanos y compartir el dolor es una etapa importante en todo camino hacia la santidad", concluyó el Papa argentino
Antes de ir a la plaza, Francisco fue a la basílica de San Pedro donde se confesó y rezó por un buen rato. Luego atravesó la Puerta Santa, que él personalmente abrió por primera vez el 24 de diciembre pasado, dando así comienzo al año del Jubileo de la Esperanza. La Puerta Santa queda abierta hasta que se concluya el año Jubilar en diciembre próximo.
Rezo por los médicos, enfermeros y trabajadores de la salud
Francisco, que sigue trabajando intensamente pese a todo, también preparó el texto del Angelus que se celebra en torno a medio día cada domingo. “Queridísimos -escribió -, como durante la hospitalización, también ahora en la convalecencia siento el ´dedo de Dios` y experimento su cariñosa caricia. En el día del Jubileo de los enfermos y del mundo de la Sanidad, le pido al Señor que este toque de su amor llegue a los que sufren y anime a los que cuidan de ellos. Y rezo por los médicos, enfermeros y trabajadores sanitarios, que no siempre tienen las condiciones adecuadas para trabajar y, a veces, incluso son víctimas de agresiones. Su misión no es fácil y debe ser apoyada y respetada. Espero que se inviertan los recursos necesarios para la atención y la investigación, para que los sistemas sanitarios sean inclusivos y atiendan a los más frágiles y pobres”.
También agradeció los mensaje enviados por las mujeres detenidas en la cárcel femenina de Rebibbia, en Roma, que el Papa ha visitado varias veces. “Rezo por ellas y sus familias”, escribió. Y como hace siempre, también recordó a los países en guerra o que padecen conflictos como Ucrania, Gaza, todo Medio Oriente, Sudán y Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Myanmar y Haití. “Que callen las armas y se reanude el diálogo; que se libere a todos los rehenes y se socorra a la población. Recemos por la paz”, concluyó Francisco.
Monjas, médicos y enfermeras
En algunos videos difundidos se ve al Papa saludando a varias monjas junto al altar donde se celebró la misa en la plaza de San Pedro. Pero curiosamente, pese a lo que habían dicho los médicos que lo trataron en el Gemelli de no acercarse a otras personas, las monjas se acercaron al Papa, le dieron la mano, y algunas hasta le besaron la mano.
Unos 20.000 fieles estuvieron presentes este domingo en la plaza para la ceremonia, entre ellos buena parte del personal del Policlínico Gemelli donde él estuvo internado y que pertenece al Vaticano. Todos aplaudieron insistentemente al Pontífice que recorrió una parte de la plaza en su silla de ruedas, a través de una suerte de puente-pasillo de metal construido a algunos metros de la tierra. El Papa movía levemente la mano para saludarlos.
“Ha sido una gran emoción para nosotros que el Papa haya querido dedicar su primera salida a los médicos, a los operadores sanitarios y a los enfermos (…) Ha querido estar con nosotros, como enfermo entre los enfermos”, escribió en Facebook el presidente de la Federación Nacional italiana del Orden de los Médicos, Filippo Anelli.Lunes, 7 de abril de 2025