IDENTIFICACIÓN DE SOLDADOS NN
"Quiero ir a Malvinas a conocer la cruz de mi hijo"
Paula Francisca Borda, tiene 83 años, y es la mamá de Guillermo Ojeda, uno de los soldados caídos en Malvinas.Pero le negaron la posibilidad viajar a Malvinas por su edad, aunque los médicos aseguran que está en condiciones de hacerlo.
Sábado, 10 de marzo de 2018
El equipo forense del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), trabaja en el proceso de identificación de los restos de los soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin. Hasta el momento se han identificado a 88 soldados caídos sobre 121 cuerpos que estaban sepultados como "NN".
El director provincial de Malvinas, José Galván, visitó los estudios de Radio Sudamericana para traer el testimonio de la familia de Guillermo Raúl Ojeda, muerto en Malvinas. Pedro Cesar Ojeda, su hermano, y Paula Francisca Borda, de 83 años, mamá del soldado, reclaman que el procedimiento no se realiza correctamente.
El cuerpo de Guillermo fue identificado hace unos meses, sin embargo a doña Francisca no le avisaron nada. “Yo no me explico porque le avisaron a mis hijos, y yo que soy la madre no sabía nada. Yo sabía que tenían que venir a sacarnos el ADN pero nunca vinieron, dicen que le sacaron a mi hija y a dos de mis hijos que viven en Buenos Aires pero a mí ni siquiera me avisaron que estaban haciendo eso. Después dijeron que encontraron el cuerpo de mi hijo pero porque no me avisan a mí, si yo soy la madre. No entiendo, la verdad que no entiendo”, dijo Francisca con los ojos vidriosos y la voz entrecortada.
“Ahora me dicen que yo no puedo viajar con ellos por la edad, pero yo quería ir para ver donde le pusieron, quiero ver la cruz porque nunca vi la cruz”, expresó. Cabe recordar que hasta ahora estos cuerpos estaban sepultados con la placa “Soldado sólo conocido por Dios”.
“A mí no me avisaron tampoco cuando él había fallecido, le avisaron a mi hermano. Cuando él no venía escribí una carta a Menéndez (gobernador militar de Malvinas durante la guerra de 1982) diciéndole cómo es que el volvió y mi hijo no. Después de unos días recién me mandaron el certificado de defunción. Todo eso me duele a mí porque siempre soy última. Ahora que dicen encontraron el cuerpo de él, ¿por qué no me avisaron a mí primero, porque me tienen de menos si yo soy la madre?, como si fuera que no fui yo la que lo crie, la que lo tuve en mis brazos. Yo no entiendo”.
“Todo el tiempo le espere y tenía la esperanza de que si no encontraba el cuerpo es porque estaba vivo. Ahora que lo encontraron quiero ir a conocer el lugar a donde le ponen o traerlo al cementerio de acá para poder ponerle una vela cada vez que pueda o que los hermanos vayan a llevarle una flor, no sé lo que se va a hacer con el cuerpo de él”. Según los médicos Francisca está en condiciones de viajar y espera que los organismos encargados de esto le permitan ir.
“Hay alrededor de 10 ex combatientes que tampoco fueron avisados, se comunican con los familiares de Buenos Aires pero con los familiares de acá no”, señaló José Galván.
EN MEDIO DEL DOLOR…UNA ESTAFA FAMILIAR
Pedro, uno de los hijos de doña Francisca, contó que hace unos años su hermana le hizo firmar un documento a sus padres, diciéndole que era para iniciar los trámites de identificación de los cuerpos. En realidad estos papeles eran de la casa donde doña Francisca vivía. “Mi madre me dice tengo que ir delante de un escribano a firmar para hacer un ADN, a mí me pareció raro porque eso fue hace 3 o 4 años y recién se había empezado a hablar de eso. Yo le pregunte a mi mamá que papeles dejaron y mi hermana no quiso que yo vea. Le hicieron firmar delante de una escribana, a ella y a mi papá. Después de eso mi mama perdió su casa. Mi hermana le dijo que esos papeles certificaban que le vendió la casa”.
“Mi hija me sacó la casa por eso ahora estoy viviendo con mi otra hija”, señaló Francisca y pese a este conflicto, ella no le guarda rencor. Ama a sus siete hijos pese a todos los problemas por los que tuvo que pasar. “Sean malos o sean buenos, todos son mis hijos y a todos los quiero por igual. Se portaron mal conmigo pero bueno, Dios sabrá porqué. No sé qué les habré hecho”.
Seguramente ella esperaba llegar a sus 83 años con otra realidad, con una familia unida y con todos sus hijos vivos. “Hay noches que no duermo haciéndome preguntas, ¿qué hice yo con mis hijos? Yo quise criarlos bien, tenerle conmigo, poder ir a visitarlos por unos días y esto no es así”, confesó Francisca muy angustiada.
GUILLERMO OJEDA, CAIDO EN MALVINAS
Guillermo es el mayor de los hermanos, fue a Malvinas para evitar que otro de sus hermanos más chico vaya. “Yo decía mi hijo es un peligro, y él me decía `Gerardo no va a poder porque recién entro. Estaba desesperado el 2 de abril. Él había empezado unos meses antes a trabajar de mecánico en Buenos Aires, ahí se criaron todos. En diciembre le dieron la baja y en abril se enlistó como voluntario a Malvinas”.
“Guillermo mezquinaba mucho sus hermanos, él se iba a dar su vida por ellos. Dio su vida por Gerardo. Era muy comunicativo conmigo, venia de alguna parte y me contaba todas las cosas que pasaban, cosas buenas y malas. Nunca me voy a olvidar de mi hijo, me decían `usted tiene que olvidar´ pero uno no se puede olvidar de su hijo”.Sábado, 10 de marzo de 2018