A 41 días de la desaparición de Loan Peña
El silencio
El caso Loan Peña, impactó en todo el arco político provincial. Los errores garrafales del gobernador Gustavo Valdés, ¿Torpeza o intento de desviar la investigación?. Los silencios prudentes y a la vez sugestivos de Ricardo Colombi, Eduardo Vischi, y Martín Ascùa. El escenario electoral 2025, hacía una incierta y nueva reconfiguración política.
Miércoles, 24 de julio de 2024
Ya pasaron 41 días de la desaparición del niño Loan Peña, hecho ocurrido en la localidad correntina de 9 de Julio.
Lo acontecido, generó un sismo político en la casa rosada correntina con consecuencias, aún impredecibles.
El Gobernador de la provincia, Gustavo Valdés (UCR), tuvo una sucesión de desafortunadas intervenciones en el hecho.
La primera por inacción, dejó pasar el fin de semana largo del 20 junio (11 días después de la desaparición del menor) para recién realizar una conferencia de prensa, presionado por la presencia de los medios de prensa nacionales. De lo contrario, nunca hubiera reaccionado.
El segundo desaguisado, fue el 29 de junio último, en un desafortunado twitt, en el que anunció al mejor estilo de los periodistas de investigación, prácticamente “la resolución del caso Loan”.¿Torpeza o intento de desviar la investigación?.
Resulta extraño, que un mandatario provincial, con un nivel de información de primerísima mano, se coma la curva y derrape de la manera que lo hizo.
En su entorno aseguran que su “arrogancia” y “soberbia” le jugó una mala pasada.
Sin hablar, del avasallamiento del poder ejecutivo sobre el poder judicial de la provincia, responsable hasta ese momento de la investigación. La división de poderes, “te la debo”.
Para ese momento, ya la política había ensuciado la investigación, a lo que se sumó la “mamarrachesca” intervención de la Secretaria de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien aseguró en una entrevista televisiva que vendría a la provincia de Corrientes, “con gente especializada, que usará equipos radiológicos para ver la panza de los animales” y buscar al niño.
Otro capítulo circense, fue la presencia de la funcionaria nacional en la localidad de 9 de julio, luego de tanto show mediático, tuvo que reconocer, que volvía a Buenos Aires “con las manos vacías”.
El escándalo fue creciendo a escala mayor, el Senador provincial del oficialismo, Diego Pellegrini, fue señalado por la tía del niño desaparecido, Laudelina Peña, como el responsable de haber intentado instalar la versión del accidente a cambio del pago de 50 mil pesos, mediante un acuerdo con su ex abogado, José Codazzi.
El gobierno quedó enlodado en la situación y en una comprometida situación política. ¿Qué hacía un Senador provincial, de estrecha relación con el gobernador Valdés, trasladando a una testigo clave y controvertida del caso?, ¿Por qué intentó desviar la atención?.
Las sospechas se posaron sobre el ejecutivo provincial, no solamente por los turbios manejos de los hechos, sino también por la impericia en la investigación inicial, y la responsabilidad directa del estado.
La bola de nieve que se iba agigantando, puso al descubierto, las prácticas habituales de trasladar policías cuestionados a localidades pequeñas. Esta vez le costó caro al elenco gobernante, que siempre miró para otro lado o dejó hacer.
En Paso de los Libres, sobran los ejemplos de funcionarios policiales, condenados por distintos delitos en primera y en segunda instancia, que luego, haciendo vista gorda las autoridades, son trasladados a localidades cercanas más pequeñas, hasta que algunos de ellos, vuelve a delinquir. Eso se llama lisa y llanamente “impunidad”.
La confianza de la ciudadanía con el gobierno, “se quebró”, o mejor dicho, la quebró el mismo gobierno por su “ineptitud” para encausar la situación y ponerse solo en el “ojo de la tormenta”.
La política debe las explicaciones a la sociedad.
El cimbronazo político, obligará a una reconfiguración política incierta para el 2025, año en que se elegirá nuevamente gobernador.
“Si tu enemigo se está equivocando, no lo interrumpas”, frase célebre de Napoleón Bonaparte.
El silencio signó el panorama político de la provincia. Los principales actores de la política, prefirieron el silencio, interpretado como prudente, pero tambien sugestivo.
En esa variante están, Ricardo Colombi (UCR), Eduardo Vischi (UCR) y Martín Ascúa (PJ), entre algunos de los tantos.
Ricardo Colombi, tres veces gobernador, hoy enfrentado internamente con Valdés, se mueve en la provincia incansablemente. Días antes de producirse la desaparición de Loan, estuvo en Paso de los Libres, reuniéndose con dirigentes ucerreìstas y referentes de otras fuerzas políticas. Si bien no lo manifestó públicamente, pero es notoria su aspiración a volver a la gobernación en el 2025.
Con paciencia comienza a tejer en cada una de las localidades y a alistar tropa para el año próximo.
Cuentan, que en su última visita, no quedó conforme, con los sectores políticos por fuera del radicalismo, con quienes mantuvo contacto personal, “muchachos con esto no alcanza”, soltó a sus interlocutores que fueron a escucharlo y a tantear el terreno.
Al legislador provincial, se lo vio enojado con el actual presidente del Comité local de la UCR, “Chelo” Sincovez, porque no atendió su llamado, y trinó contra el Presidente de la Juventud Radical de provincia, Matías Gómez Velasco (participante de la reunión), por pasar los datos con lujo de detalles a la privada del gobernador Valdés, sobre la presencia de Colombi en estas tierras.
De igual manera, en el Ricardismo de Libres, se muestran optimistas con el trabajo de territorio llevado adelante, y aseguran que el próximo año contarán con un candidato a intendente de “pura cepa Ricardista”.
A raíz del “Caso Loan”, Colombi le pidió a sus seguidores silencio sobre el tema y no “hacer leña del árbol caído”. Nadie puede dudar del manejo “tiempista” de la política que hace siempre el exgobernador.
Martìn Ascùa, lanzado a la arena electoral provincial del 2025, guarda silencio sobre el “Caso Loan”. Entiende que una manifestación suya puede ser tomada como un “carancheo” político sobre la situación, algo que no le sumaría y prefiere al menos hasta ahora mantener distancia.
Su hermana, Celeste Ascùa (PJ), es la encargada de “torpedear” al gobierno provincial, desde su banca en el Senado provincial, marcando la postura opositora.
Por lo pronto, el jefe comunal Libreño, camina la provincia lentamente y sin mucho estruendo. Dejó claro a los suyos en la última reunión de gabinete, que él elegirá al candidato del oficialismo, que “tenga más chances”. Asimismo, advirtió a los funcionarios “no se equivoquen, las decisiones las voy a tomar yo hasta el último día de mi mandato”, en clara alusión a las segundas y terceras líneas de gobierno, que comienzan a disputarse espacios y alinearse detrás de cada uno de los precandidatos a intendente del oficialismo.
Otro de los dirigentes que mantiene la cautela, es el Senador Nacional, Eduardo Vischi.
Su rol de legislador nacional, nada menos que Presidente del Bloque Radical, y su estadía en Buenos Aires, le permite tomar una saludable distancia del tembladeral político de la provincia.
Indubitadamente que el debilitamiento político diario del primer mandatario provincial, lo coloca al Libreño, como una figura de recambio potencial del oficialismo provincial. Nadie puede negar las aspiraciones a la gobernación que siempre tuvo el exalcalde Libreño, sin embargo Vischi se mantiene con reserva. Mantenerse callado, también es una forma de comunicar políticamente.
Todos se mueven con sigilo, saben que con una declaración infortunada, la correntada impetuosa los puede arrastrar, en una provincia convulsionada con la desaparición de Loan Peña.
Hasta ahora, la investigación se mantiene estancada. Hoy lo que urge es la aparición con vida del niño, y una justicia que actué en consecuencia, con transparencia, sin miramientos, es el reclamo de una sociedad que todavía no tiene respuestas.
Por Ignacio Villanueva
Miércoles, 24 de julio de 2024