Judiciales
Que dijeron los testigos que comprometieron a Ernesto Medina
La mayoría de ellos, aspirantes a la policía en ese momento, lo reconocieron como el médico “trucho” que firmó los certificados de aptitud. Las victimas hicieron hincapié en el perjuicio que les ocasionó en la fuerza de seguridad. La defensa de Medina sostuvo que no hubo daño patrimonial a las víctimas. El ex Ministro de Salud de la Provincia, Julián Dindart, no respondió el pliego de preguntas que le elevó el Tribunal. Los fundamentos del fallo se conocerán el viernes 23 de agosto. La defensa apelará la decisión del TOP. Si se confirma la condena, Ernesto Medina deberá ir preso, además de las estafas reiteradas, por Hurto Calamitoso, cuya víctima fuera Álvaro Sánchez Guerrero.
Viernes, 16 de agosto de 2019
Al menos diez testigos declararon en la causa, ante el Tribunal Oral y Penal conformado por los doctores Marcelo Pardo, Marcelo Fleitas y Gustavo Ifran, que encontró penalmente responsable a Ernesto Medina por el delito de “Estafas Reiteradas (Treinta y un hechos) en concurso ideal”, y lo condenó a la pena de 3 años de prisión, de cumplimiento efectivo, en la mañana de ayer.
Todos los damnificados, aspirantes a ingresar a la Policía de la Provincia, en el 2011, coincidieron en sus declaraciones, en tres cosas: Medina les había cobrado $ 50 (cincuenta pesos) a cada uno, por extenderles un certificado de aptitud médica.
El lugar donde funcionaba el “consultorio médico”, era en calle Colón al 1100, frente al Supermercado La Frontera.
Y que habían llegado a contactarse con Medina “porque se rumoreaba entre los aspirantes, que era un doctor que cobraba barato”, según se desprende de las declaraciones.
A partir de esos datos, cada uno de los testigos relató su propia vivencia del hecho.
La testigo Yamila Montenegro, sobre las consecuencias que produjo, la firma “trucha” del farsante, dijo ante el Tribunal, “casi me dieron la baja, porque no nos creían que no teníamos nada que ver, yo no soy de Libres, si usted me decía mirá en tal lugar el examen es más económico, yo me iba, y me hacía, no conocía”.Precisó que lo que entregaba Medina era un “informe de aptitud”.
Luis Solan en su declaración brindó más datos, señalando que en el certificado que extendía Medina, figuraba la matrícula y un sello. Agregó que “casi me dan la baja en la policía por ese informe médico”, en alusión a la repercusión que tuvo en la fuerza de seguridad, el hecho.
Hugo Romero, en su testimonio describió el lugar donde fue atendido por Medina, “ingresé a una oficina, tenía un escritorio, una mesa, una silla, y estaba ambientado tipo consultorio”, añadió que el ahora condenado Ernesto Medina, “escribió a mano el informe y yo le pagué”.
Alan Olivera, recordó que fue Medina quien me atendió y extendió el certificado, “por ese hecho fui demorado, y me llevaron a declarar a la policía, donde quede incomunicado, me trajo muchos inconvenientes eso” concluyó.
La declaración de Paola Moyano, fue en línea con el resto de los testimonios, expresó como llegó al falso médico, “por comentarios que se escuchaba, que el ciudadano Medina realizaba el informe, y por razones económicas, yo asistí al lugar, y ahí fue donde me extendió el certificado”.
Con aflicción contó ante el Tribunal que “cuando el personal policial inició la causa, o sea la investigación, nosotros estábamos en instrucción y nos hicieron bajar a la comisaría, y ahí estuvimos en carácter de incomunicados, mientras nosotros no entendíamos nada, y por supuesto corriendo el riesgo que venga la baja, para mí el daño fue tremendo, porque encima tuve que pagar de nuevo el estudio”.
Silvia Avancini, narró como fue el proceder de Medina cuando la atendió, “recuerdo que él tenía una varillita de metal aluminio, y me hizo sonar bien despacito “tin tin” (aparentando conocimientos de fonoaudiólogo), prosiguió diciendo “me acuerdo que era un banquito blanquito, y me llamaba la atención ese consultorio porque era muy frío, no tenía decoración, solamente era las paredes y las sillas, me acuerdo del metal que me hacía sonar así”.
La última testigo, Silvina Paola Martinez, detalló que “andábamos haciendo los análisis, para el ingreso y tomamos conocimiento de que había un doctor por calle Colón, que hacía los estudios que necesitábamos y vinimos un grupito, el señor (indica al imputado) nos atendió, nos hizo pasar como corresponde a su consultorio y nos dio el certificado”.
Uno de los integrantes del Tribunal, el Doctor Ifran le preguntó, “¿Quién era el médico?”, a lo que Martínez respondió “el señor que está atrás”, señalando a Medina que se encontraba en la sala de audiencias.
Para la defensa del encartado, Medina no provocó ningún daño patrimonial, y pidió la absolución, o subsidiariamente la pena en suspenso, cosa que no ocurrió.
Para el Ministerio Público Fiscal, los hechos que se juzgan, están fehacientemente probados, además los testimonios conllevan a pensar que Medina actuó deliberadamente con un ardid o engaño, y pidió la pena de 5 años, finalmente el TOP lo condenó a 3 años de prisión.
Por otra parte, el ex Ministro de Salud de la provincia, Julián Dindart, actual Diputado Nacional, quien denunciara el hecho ante la justicia en ese momento, no respondió el pliego de preguntas que le elevó el TOP.
Los fundamentos del fallo se conocerán el próximo viernes 23.
Según trascendió, la medida será apelada por la defensa, en caso de confirmarse la condena por estafas reiteradas, en otra instancia, y quedar firme también la condena a 2 (dos) años de prisión en suspenso, por el delito de Hurto Calamitoso, cuya victima fuera el Dr. Álvaro Sánchez Guerrero, en el 2013, Ernesto Medina deberá quedar preso por los dos delitos.
El Hecho
Fue en el año 2011, ocurrió en calle Colón 1175 de nuestra ciudad, en un lapso temporal que no se puede precisar con exactitud, pero que estimativamente transcurrió en el mes de mayo, oportunidad en que el imputado Ernesto Ramón Medina arrogándose un título profesional – de modo público – de médico sin poseer título habilitante o autorización expidió treinta y un certificados médicos falsos en su totalidad a los aspirantes a Cabos de la Policía de la Provincia de Corrientes y a los aspirantes a ingresar en la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de esta ciudad, los que fueron presentados y agregados a los respectivos legajos de los aspirantes mencionados, cobrando por la emisión de los mismos la suma que oscila entre Pesos Cincuenta ($50,00) y Ochenta ($80,00), defraudando en su accionar al simular el falso título de médico provocando un perjuicio y disposición patrimonial de los mismos.
En ese momento el Ministerio de Salud de la Provincia, a cargo de Julián Dindart, denunció los hechos a la justicia, pero jamás se presentó como parte querellante.
Tras varios allanamientos y el inicio de la investigación, Medina fue procesado en los delitos de “Usurpación de título y estafas reiteradas (31 hechos) en concurso real”.
Luego Ernesto Medina quedó sobreseído en la causa “Usurpación de Título”, al extinguirse la acción penal por prescripción, debido al tiempo transcurrido y al vencimiento de los plazos establecidos por la ley, sin registrarse movimientos en el expediente.
Por Ignacio Villanueva
Viernes, 16 de agosto de 2019