Iglesia Catòlica
Monseñor Castagna celebra 40 años de ordenación episcopal
Con una misa en la iglesia Catedral, el representante de los católicos será honrado por la Arquidiócesis de Corrientes. El Ejecutivo provincial lo declaró este año “Ciudadano Ilustre” por su importante rol social.
Sábado, 29 de diciembre de 2018
El 22 de octubre de 1978 Juan Pablo II, hoy Santo, asumió como sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Un mes después, el 24 de noviembre, nombró a monseñor Domingo Salvador Castagna, Obispo Titular de Germania de Numidia y Auxiliar del Cardenal Juan Carlos Aramburu. La ceremonia de su ordenación episcopal se celebró el 29 de diciembre de ese mismo año.
A 40 años de aquel acontecimiento de gracia en la vida de Castagna, que significó luego su llegada como pastor de la iglesia que camina en Corrientes en 1994, la Arquidiócesis quiere celebrar su vida y su ministerio. Es por ello que hoy, a las 20, se celebrará una santa misa de acción de gracias en la iglesia Catedral.
Monseñor Castagna ha repetido incontables veces que él es lo que es “gracias a la Iglesia”. A ella ha dedicado su vida. Su ministerio sacerdotal primero y el episcopal luego, han sido un testimonio claro de su unidad a Dios, de su vida de oración y de escucha para con los fieles puestos bajo su cuidado pastoral.
Hace algunas semanas atrás, monseñor Castagna fue declarado “Ciudadano Ilustre de la provincia de Corrientes”, de acuerdo a los honores propios de la distinción que establece la Ley N´6.465. Esa distinción fue sancionada por la Legislatura provincial el 4 de octubre de 2018 y promulgada por el Poder Ejecutivo. Entre los fundamentos de esta máxima distinción de honor, se resaltó la ardua labor de pacificación social, que el Arzobispo emérito ha realizado desde su llegada a Corrientes, “siendo además un justo homenaje a quien inculcó desde su rol eclesiástico- los valores de la verdad, la justicia, el perdón, y la reconciliación”.
En aquella oportunidad, al recibir la distinción, Monseñor dijo: “Yo me siento correntino, de verdad. Y más aún, me siento argentino siendo correntino”. Y así lo siente el pueblo de Corrientes, como uno de sus hijos.
Monseñor Castagna es sin duda un hombre de Dios, de una profunda vida de oración. Coherente, cabal y fiel a sus convicciones y a su fe, y ha sido su absoluta confianza en el Señor lo que ha guiado sus pasos en su vida y en su ministerio.
En estos 40 años de vida episcopal ha sido testigo de diversos acontecimientos importantes del país y de la Iglesia. Algunos tristes y dolorosos, y otros de inmensa alegría y de certezas de la mirada amorosa del Dios sobre el pueblo argentino.
Devoto de la Virgen, su vida siempre ha estado signada por ella, primero en San Nicolás donde acompañó la devoción creciente a Nuestra Señora del Rosario; y luego aquí, donde la Virgen Morena de Itatí lo cuidó y cobijo.
La presencia de la Iglesia católica ha contribuido al crecimiento y desarrollo de la sociedad y ha sido protagonista de difíciles momentos que le tocaron atravesar. En los últimos años, la guía pastoral y humana de monseñor Castagna ha mantenido ese rol trascendental de la Iglesia en momentos de crisis social, de necesaria pacificación y de búsqueda de diálogo.
Su rol como pastor ha traspasado la dimensión de vida religiosa y ha sido clave en el entramado social, entre propios y extraños a la vida de fe.
Fuente: Diario Època
Sábado, 29 de diciembre de 2018