Del noruego Hans Petter Moland, con Liam Neeson
"Implacable": último baile de un asesino profesional
De todos los multiversos posibles, es probable que uno de lo más inesperados sea el que tiene a Liam Neeson en el papel de héroe tardío del cine de acción desde hace diecisiete años, cuando se probó por primera vez el traje de justiciero pragmático y resolutivo en Búsqueda implacable (2008).
Jueves, 20 de febrero de 2025
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Pero el irlandés acumula 72 años y ya está más cerca de un retiro amable en alguna playa que de seguir revoleando piñas y patadas como un desquiciado o de cargarse él solito a una red narco o de tráfico de personas. Así lo demuestra en Absolution, cuyo título local, Implacable, busca forzar un vínculo con la película que abrió el telón de esta etapa de su carrera. Pero hay poco y nada en común entre una y otra, ya que al director noruego Hans Petter Moland –en su segunda colaboración con Neeson luego de Venganza bajo cero (2019)– le importa menos la acción en sí misma que imprimir una tonalidad crepuscular, melancólica y meditativa al que probablemente sea el “último baile” de un asesino profesional. Un tipo igual de cansado que el actor que le pone el cuerpo.
El hombre en cuestión se llama Thug y es un ex boxeador que hace más de treinta años oficia como mano derecha de un gánster (Ron Perlman). Demasiado tiempo como para olvidarse su nombre de pila. Dada la repuesta del jefe (“¿otra vez te olvidaste?”), es evidente que hay problemas que van mucho más allá del trajín diario del trabajo. Es que a Neeson le toca en suerte tener problemas para memorizar datos tan simples como su número de teléfono o su dirección, lo que lo obliga a llevar una libretita donde, con pulso tembloroso, anota todo lo que teme olvidar. Una visita al médico confirma que los golpes sufridos a lo largo de su vida –primero cuando papá lo fajaba para hacerlo machito, después sobre el ring– generaron un sinfín de contusiones cerebrales. También, que es muy probable que el asunto no haga más que agravarse. Llega la hora de saldar cuentas con el pasado remendando el distanciamiento de su hija –que no lo quiere ver ni en figurita– y su nieto. Y de emprender una aventura gansteril, personal y con olor a redención, que involucra a una jovencita mexicana obligada a prostituirse.
La idea de una película testamentaria sobre un tipo duro al que la cercanía del fin lo hace mostrar sus flejes más sensibles (solidarizándose con una extranjera y metiéndose en un problema de clanes por eso) e intentando reconstruir el vínculo con su hija suena a Gran Torino. Incluso la referencia parece buscada por la propia película, como demuestra que Thug se mueva de aquí para allá al volante de un inmaculado Chevrolet Malibú 1970 rojo. El problema es que ni Molland ni Neeson son Clint Eastwood, por lo que Implacable se limita a recorrer caminos ya conocidos: problemas con el jefe, la hija que lentamente baja la guardia, un nieto que deviene en heredero espiritual del abuelo y la cruzada final para salvar a la chica. Debe reconocerse, sin embargo, que Implacable tiene una trabajada elegancia visual y una atmósfera que le permite moverse con soltura en un terreno donde lo reflexivo se entrevera con lo contemplativo.
6 - IMPLACABLE
(Absolution/Estados Unidos, 2024)
Dirección: Hans Petter Moland
Guion: Tony Gayton
Duración: 112 minutos
Intérpretes: Liam Neeson, Daniel Diemer, Javier Molina, Jimmy Gonzales, Ron Perlman y Brian A. White
Estreno en salasJueves, 20 de febrero de 2025