Partido Justicialista
Los interrogantes en el peronismo
La convocatoria a elecciones internas en el PJ. La mesa de dirigentes Justicialistas del pasado miércoles, nucleados bajo la consigna # PJ UNIDO. Los aprestos en torno a la futura conducción partidaria. “Tata” Sigilio, reafirmó su candidatura a intendente del peronismo para el 2025 y espera señales de Ascúa. La disputa por el liderazgo. La dirigencia de la “Agrupación Peronista”, sigue desplegando su trabajo territorial.
Martes, 19 de noviembre de 2024
El 9 de marzo del 2025, es la fecha, que convocaron los interventores del Partido Justicialista de Corrientes, a elecciones internas, para normalizar la situación partidaria, tras varios años de intervención.
En esos mismos comicios, además de las autoridades del Consejo Departamental y Provincial, los afiliados, podrán elegir, Congresales, y cargos ejecutivos, legislativos (candidaturas a intendente, concejales, gobernador, y Diputados y Senadores Provinciales).
Si esto se concreta, el peronismo Correntino, volverá a las urnas, luego de 16 años (última interna provincial 2009).
En la comarca Libreña, el peronismo y aliados, gobiernan desde el 2017.
Aprovechando el contexto nacional, también de normalización del Consejo Nacional del Partido Justicialista, cuya titular es Cristina Fernández de Kirchner, el peronismo Libreño, decidió movilizar a sus militantes y dirigentes, el pasado miércoles, en el Club Comunicaciones, bajo la consigna # PJ UNIDO.
Frente a los numerosos referentes barriales, y una bulliciosa comitiva del gremio de La Fraternidad, se dispuso una mesa larga, que fue ocupada, por al menos quince dirigentes de las distintas expresiones representativas del peronismo, en la faz gremial, social, política, concejales y funcionarios del gobierno municipal. La centralidad la ocupó el intendente, Martín Ascúa.
El objetivo de la puesta en escena, era mostrar fortaleza política y unidad.
Algo que no pasó desapercibido, fue que al lado del jefe comunal, se ubicaron, a su derecha, el exdiputado provincial, Alberto Yardin, y a su izquierda, Gisela Maidana, actual Secretaria de Desarrollo Económico y pre-candidata a intendenta del PJ.
La foto, despertó naturalmente suspicacias, en momentos en que se producen aprestos en torno a la futura conducción partidaria.
No es descabellado, pensar que Ascúa, pueda hacer jugar en la estructura partidaria a Alberto Yardin; después de todo, el “Loro” es un avezado dirigente del peronismo, que está alineado al proyecto político del intendente Libreño, y que le daría cierta impronta de amplitud, a la convivencia de distintos espacios en el partido.
Tampoco es absurdo imaginar, que Gisela Maidana, pueda ser una jugadora importante, al frente del partido. Maidana es el reaseguro del manejo partidario, de “Tincho” Ascúa, y con llegada directa, a una terminal importante del oficialismo: la Senadora Provincial, Celeste Ascúa.
Desde las cercanías del intendente, dicen que no hubo intenciones de hacer “guiños” a nadie en especial. Aclaran que solo se trató de un momento de desorden, sin doble intención y que la idea inicial de las ubicaciones en la mesa, era que Ascúa debía ser flanqueado por su vice-intendente, Marcelo Cuevas y la legisladora, Celeste Ascua.
“Si hay algo que no quiere Tincho, es que se envíen señales equivocadas”, puntualizan. Es más, no descartan, hasta que el mismo Martín Ascua, pueda, ser el candidato a presidente del PJ departamental, en esta primera instancia, para ordenar el partido.
Un grupo Justicialista, que sigue adelante, sin mucho estruendo, es la “Agrupación Peronista”, cuyos dirigentes son los exconcejales, Edgar “Café” Giménez, Diego Figueredo, Gustavo García y el medico Federico “Pepeto” Centurión. El sector tiene puentes de diálogo con “Tata” Sigilio, sin embargo por ahora se propusieron abocarse al trabajo de territorio, “tiempo para hablar de elecciones, ya habrá”, señalan y que creen en un acuerdo entre las facciones peronistas.
Otro debate abierto, es por la precandidatura a intendente del Partido Justicialista, aunque se juegan otras cosas.
Es archiconocida la postura del jefe comunal, quien se reservará hasta último momento, el nombre del postulante, que representará en las elecciones del año próximo al peronismo.
Desde el inicio de la largada, Ascua dejó claro, y sigue en pie la premisa, que quien mejor mida, será el candidato.
A esta altura de los acontecimientos, dos son los nombres, que se sostienen por peso propio, con más posibilidades: el concejal, Miguel Arias y el exsecretario de gobierno, Javier “Tata” Sigilio.
El primero sigue su carrera, “sin prisa pero sin pausa”, recorriendo, y pegando su imagen a la gestión del gobierno municipal.
Por su parte Sigilio, pese al portazo que dio en el gobierno, a finales del mes de agosto, ratificó la semana pasada, en distintas entrevistas que concedió a medios de prensa, su aspiración a ser el candidato a intendente con la escudería del PJ.
El “Tata” no pierde la esperanza de ser el elegido y espera gestos de Ascúa. Expresó que todavía se siente parte de su proyecto político, y pregona la unidad, pero en los hechos, toma distancia. No acepta su jefatura política. Solo por mencionar dos datos objetivos, “no opinión”. No estuvo presente en ninguna de las dos convocatorias que se hicieron y en las cuales fue invitado, aduciendo motivos personales. Ni en la convocada por los interventores del PJ, Máximo Rodríguez y Teresa García, aún menos, en la amplia convocatoria del último miércoles, en el Club Comunicaciones.
Pudo saberse que hubo encuentros entre Sigilio y Ascua, pero sin avances significativos, claramente la “confianza” entre ambos se rompió.
En ese plano en el peronismo, surgen más interrogantes que certezas.
Cualquier cosa, va ser motivo de cuestionamientos, hasta las mismas encuestas, que podrán favorecer a uno u otro.
¿Qué pasará si Sigilio no es el elegido de Ascúa?, ¿acatará la decisión?, ¿irá a una interna o construirá una alianza por afuera del partido? No está clara esa definición. O bien, a la inversa, ¿Qué pasa si en la encuesta mide mejor Sigilio que Arias?, ¿lo ungirá Ascua a Sigilio como su candidato, en un clima de desconfianza, reinante entre ambos?.
En definitiva, lo que se dirime es el poder, no miradas ideológicas, ni programas de gobierno opuestos.
Da la impresión, de que el peronismo Libreño, entró en una fase, de disputa real de su liderazgo y no de la mera discusión por la candidatura a intendente. Por un lado, un liderazgo consolidado en el territorio, como el de Ascúa y que pretende extender en el tiempo; el otro emergente, demandante, como el de Sigilio, con su propia impronta política.
El reloj de arena de la convocatoria a internas en el Partido Justicialista, comenzó a correr. Habrá que ver cuánto se cumple, el fragmento de la Marcha Peronista “Todos Unidos Triunfaremos”.
Por Ignacio Villanueva
Martes, 19 de noviembre de 2024