Judiciales
Qué declaró la única mujer imputada por la muerte del subteniente Chirino
Se trata de la Subteniente, Claudia Daniela Cayata, quien está imputada en la causa, como partícipe secundaria de la muerte del Subteniente, Matías Chirino. Declaró durante media hora, dio precisiones de lo que hizo esa noche y respondió preguntas. Negó que haya formado parte del grupo de whatsapp con el resto de oficiales para organizar la cena de iniciación y negó haber impartido órdenes arbitrarias a las víctimas. Durante su testimonio, se quebró y lloró. Hoy comienzan los alegatos en el Tribunal Oral Federal de Corrientes Capital.
Martes, 29 de octubre de 2024
El pasado miércoles, en el marco de una nueva jornada del juicio oral y público, que trata de establecer las responsabilidades penales de los nueve imputados por la muerte del Subteniente, Matías Chirino, ocurrida la noche del 18 de junio del 2022 en el Grupo de Artillería Nº 3 de Paso de los Libres, declaró la Subteniente, Claudia Daniela Cayata.
Cayata, está imputada en la causa, como partícipe secundaria de la muerte de Chirino.
Su declaración, frente al Tribunal Oral Federal, duró media hora.
Dio precisiones de lo que hizo esa noche y respondió a las preguntas que le formularon en el debate.
Durante su testimonio, se mostró tranquila, pero en un momento, se quebró y lloró.
Negó que haya formado parte del grupo de whatsapp con el resto de oficiales, que organizaron la cena de iniciación esa noche, como así también negó haber impartido órdenes arbitrarias a las víctimas.
Narró “ese día sábado salía de hacer servicio de semana. Una semana estaba en Goya y ese viernes llegue y cumplía servicio de cuidar a los soldados. Ese sábado salí del servicio así que estaba libre. Yo vivía en el casino de oficiales. Después de descansar a la tarde, fui a la cocina donde estaba la soldado Acuña que era la soldado de turno. Ella estaba tomando mates y me senté con ella. A las 5 de la tarde más o menos y ella tenía que preparar algunas cosas que le habían dicho, así que me fui a la habitación. Alrededor de las 7 fui nuevamente a la cocina y la soldado Acuña me dijo que iban a llegar los subtenientes nuevos. Maso menos a las 8 de la noche me dice que le habían dicho que ya iban a llegar los subtenientes y que ella tenía que estar atenta porque ella tenía que recibirlos, era su responsabilidad. Vimos que ingresaron tres con una persona con uniforme de combate. Se fue Acuña con ellos”.
Prosiguió diciendo “recibí una llamada del capitán Luna y me pregunta si ya habían llegado los subtenientes y le digo que sí. Me pregunta si habían traído algo y le digo que no. Después veo que viene la soldado Acuña con unas bolsas blancas y abrí a ver qué era. Veo que había fiambres y cigarrillos, saque una foto. Y también me habla Darío Martínez, entonces le mando la foto y esa misma foto le reenvió al capitán Luna. El único que me respondió fue Martínez, con un ok o una manito”.
Luego Cayata relata lo que ocurrió en el quincho, donde se desarrollaron los hechos y el motivo de su presencia, “ahí estaba Ruiz y empecé a hablar con él mientras iban llegando los demás. Vi a Chirino preparando una fuente con fiambres y había copas en las mesas. Nueve y quince maso menos me llama mi mamá y entre al baño que está al lado del quincho para hablar con ella. Cuando salí del baño se habían formado grupos. A mí nadie me había dicho que se iba a hacer un asado, yo simplemente estaba ahí porque vivo ahí y porque fui a saludarlos por respeto a los que llegaban. Me uní al grupo de Ruiz y Martínez Tarraga porque los tres somos de Salta, y fuimos a la parte de la parrilla porque era el lugar más cálido y yo estaba cargando mi celular. Desde donde estábamos con Ruiz y Tarraga no teníamos visualización de todo el lugar. Desde el ventanal de la parrilla veíamos solo la mesa del quincho.
Estaba Meza cortando lechuga, me ofrecí a ayudarlo y dijo que no. Yo estaba tomando gaseosa, tenía una copa, no podía tomar bebida alcohólica”.
Agregó “Mas tarde fui al baño del pasillo cerca de las habitaciones y escuche risas. Pensé que se estaban divirtiendo y volví a mi habitación, hasta las once, once cero cinco o cero diez. Volví al quincho y estaban Ruiz, Tarraga y Aguilar hablando y yo también me acoplo a la conversación. Volvimos a la mesa a sentarnos. Ahí me dice Luna que vaya a buscar los platos de fideos. Había una olla, pensé que era para nosotros porque somos tres soldados solteros y generalmente lo que cocina la soldado es para los solteros. Ahí viene bautista mientras yo estaba colando los fideos. Me ayudo a llevar los platos y los dejamos en el centro de la mesa. Bautista me preguntó que quería tomar y le dije que gaseosa. Él también tomaba gaseosa porque estaba de servicio y no podía beber alcohol. Los tres subtenientes estaban parados y empezaron a decir de dónde venían, como era su familia, algo común porque a mí también me habían preguntado todo eso. Y ahí iban diciendo UN BRINDIS POR EL SUBTENIENTE CHAILE y así por cada uno. Meza lloró en ese momento porque recordó su recorrido y lo que le costó llegar. Después se sentaron los subtenientes y estaban conversando, tomando. Yo no podía tener un control de si cada uno comía o que comía o que tomaban, no sabía si se levantaron o si estaban o no porque no lo vi. Cuando giro la cabeza veo a Meza con el plato de fideos y fideos en la mano, pero no lo comió, solo agarró”.
Contó lo ocurrido sobre el final de la cena, “cerca de las doce el capitán Ruiz dice ya me tengo que retirar, Ruiz y Martínez Tarraga se retiran y los saludo por el día del padre. Y saludo a Acosta que iba a ser padre y quise hacer un brindis con él y en lugar de eso tire la copa. Iba a salir por la cocina y estaba Bautista con Meza y me dice que no saliera por ahí. Iba a salir por otro lado y ahí me encontré con Acosta que me dice que mire si las habitaciones estaban listas. Iba a hacer una cosa pero me indicaron otra, así que fui. Yo no sabía cómo estaban distribuidas las habitaciones. Entré en la habitación que estaba abierta, sin llave y vi había un uniforme colgado en un respaldar y que decía Chaile.
Vi venir a Acosta y Luna. Se quedaron reunidos alrededor de la habitación. Chaile estaba tomado y estaba medio alegre. Me di cuenta porque cuando le di la espalda Chaile me dio un abrazo y eso no me gustó”.
Para finalizar su declaración, precisó donde salió, después de la medianoche, “eran las doce o doce y quince, cuando los capitanes ya se habían retirado y los demás estaban reunidos en el pasillo de las habitaciones. Me habla Martínez y me pregunta que estaba haciendo, le dije que estuve buscando algo para comer. Y me dice que tenía que hacer algo para distenderme más, y me dice SALGAMOS PARA QUE PUEDAS CONOCER UN BOLICHE. Y acepté. Fuimos con Martínez al boliche y estaba Aguilar hablando con el del boliche, que estaba cerrado todavía. Era alrededor de las doce y treinta. Nos quedamos un rato en el auto porque tenía calefacción. Me llevaron de vuelta al casino y me alisté para acostarme”.
Hoy comienzan los alegatos en el Tribunal Oral Federal de Corrientes Capital.
Nueve son los imputados, siete de ellos, están acusados de ser coautores de la muerte de Chirino, en tanto que dos, como partícipes secundarios del crimen.
Las defensas están representadas por los Dres. Ricardo Belbruno, Leonardo Monti, Eugenio Vezzaro, Mariano Eduardo Lizardo, Claudia Sánchez, María Altamirano, Armando Aquino Britos, Jonas Amir Gómez, Matías Aquino Viudes.
La querella la llevan adelante los doctores Claudio Orosz y Enrique Novo.
El Fiscal General ante el TOF de Corrientes es el Dr. Carlos Schaefer.
El Tribunal Oral Federal, lo preside el Dr. Víctor Alonso, acompañado por los Dres. Fermín Ceroleni y Juan Manuel Iglesias.
Por Ignacio Villanueva
Martes, 29 de octubre de 2024