Lunes, 29 de Abril de 2024
29/04/2024 15:37:54
HISTORIAS DEL FENÓMENO ASTRONÓMICO
Norteamérica paralizada por un eclipse solar que no se repetirá hasta 2044

Esta tarde se vivirá un eclipse solar total. Las particularidades del fenómeno que verán millones de personas en México, Canadá y Estados Unidos. Y su historia a lo largo de diferentes civilizaciones.

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Lunes, 8 de abril de 2024

Esta tarde (horario argentino), millones de personas levantarán la cabeza hacia el cielo en Norteamérica para contemplar un eclipse solar total. Esta experiencia celeste en la que la Luna ocultará al Sol por unos segundos no volverá a repetirse en Estados Unidos, México y Canadá por décadas.

La trayectoria del eclipse solar total se extenderá desde la costa mexicana del Pacífico hasta el sector del Atlántico de Canadá. En el medio, pasará por decenas de grandes ciudades donde las autoridades se están preparando para una afluencia de miles de visitantes deseosos de experimentar lo que puede ser una oportunidad única en la vida.


Como relata el NY Times, en Nueva York, los carteles de la autopista Thruway instaban a los viajeros a “llegar temprano y quedarse hasta tarde” para evitar los inevitables atascos que se producirán en las rutas de entrada y salida de las principales zonas de observación a lo largo de la trayectoria del eclipse.

Será el primer eclipse solar total visible desde Estados Unidos desde 2017, y no habrá otro visible en los 48 estados más bajos hasta 2044. En 2017, la mayoría de los adultos estadounidenses vieron el eclipse en persona, según estimó Jon D. Miller, investigador científico de la Universidad de Michigan. Aquel año fueron 154 millones, más que los 123,4 millones que vieron el Super Bowl. «Y la trayectoria de la totalidad de este eclipse pasa por más del doble de personas que en 2017».

Eso sí, los meteorólogos del Servicio Meteorológico Nacional de EE UU dijeron que casi todas las personas a lo largo de la trayectoria en los Estados Unidos tendrán «al menos alguna posibilidad de que las nubes oscurezcan su vista».


Ciudades de todo Estados Unidos y parte de México y Canadá cancelaron las clases y se están distribuyendo o vendiendo millones de lentes protectores. Los científicos advirtieron a la gente que nunca mire directamente al Sol sin lentes protectores porque pueden producirse lesiones graves en la retina.

En México prepararon fiestas callejeras, en Indianápolis harán un estudio de animales en un zoológico en el momento del eclipse, y en el Niágara habrá una celebración en las cataratas. En Mazatlán, la ciudad costera mexicana que será uno de los primeros lugares donde se podrá ver el eclipse desde tierra, el paseo marítimo está repleto de turistas.

Según las autoridades, se esperan unas 120.000 personas. Las pocas habitaciones de hotel disponibles triplicaban o cuadruplicaban las tarifas normales. “Aquí es donde el eclipse tocará tierra”, aseguró a NY Times Greg Schmidt, director del Instituto Virtual de Investigación para la Exploración del Sistema Solar de la NASA, que forma parte de un equipo que retransmitirá en directo el eclipse desde la ciudad.

A pesar de que el eclipse solar tendrá lugar en América del Norte, la NASA dispuso de una transmisión en vivo y que contará con un doblaje en español para el público latino: será emitida desde el Canal de Youtube de la NASA y cubrirá todo el proceso.

Eclipses ancestrales
Como relata un artículo de The Conversation, los mayas, al igual que otras muchas culturas, fueron atentos observadores del cielo. Lograron descifrar la periodicidad de los eclipses y predecirlos. Aún hoy tenemos constancia de ello en el Código Dresde: «Parece ser que los astrónomos mayas usaron trozos de obsidiana a modo de filtro para observar los eclipses, y que este uso dio como resultado la tradición prehispánica de la gente común de usar objetos cortantes para ‘protegerse’ de los eclipses».

¿Qué es un eclipse?
Un eclipse es una alineación entre tres cuerpos celestes, por ejemplo entre la Tierra, la Luna y el Sol. Si la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, ocultando de nuestra vista a este último, decimos que ocurre un eclipse solar. Pero también puede ser que la Tierra sea la que se interponga entre la Luna y el Sol. En este caso la Luna pierde parte de su brillo al estar a la sombra de la Tierra, y decimos que ocurre un eclipse lunar.

Una coincidencia cósmica
«Desde hace más de 2.200 años, gracias a Eratóstenes, tenemos una muy buena idea de la forma y tamaño de nuestro planeta. Hoy sabemos que es aproximadamente esférico, con un radio medio de unos 6.371 kilómetros. Por su parte la Luna tiene un radio de 1.737 kilómetros, mientras que el radio del Sol es de 695.508 kilómetros, aproximadamente 400 veces el radio lunar.

Y aquí viene la magia. Mientras que la distancia media de la Tierra a la Luna es de 380 000 kilómetros, nuestra distancia media al Sol es de unos 150 millones de kilómetros, ¡aproximadamente unas 400 veces la distancia a la Luna! Esto hace que los tamaños aparentes de la Luna y del Sol en el cielo sean tan parecidos», resaltan en The Conversation.

Tipos de eclipses solares
Ni la órbita de la Tierra en torno al Sol ni la de la Luna en torno a la Tierra conforman círculos perfectos. Son levemente elípticas. Así que los tamaños aparentes del Sol y la Luna varían. Esto tiene como resultado que algunas veces la Luna oculta por completo al Sol, un eclipse total, mientras que otras veces la Luna no alcanza a cubrir todo el Sol, éste sobresale por detrás de la Luna formando un anillo, dando lugar a un eclipse anular.

Pero cuando nuestra localidad no está lo suficientemente bien alineada con la Luna y el Sol, observamos que la Luna oculta sólo parcialmente al Sol. Así la gente de una ciudad puede observar un eclipse solar como total o anular, mientras que en ciudades cercanas ese mismo eclipse se ve como parcial.

Hay un tipo de eclipse solar muy raro, en el que para algunas partes de la Tierra la Luna alcanza a tapar por completo al Sol, produciendo un eclipse total, mientras que en otras regiones no, produciendo ahí un eclipse anular. Estos eclipses son llamados mixtos o híbridos. El 20 de abril de 2023 ocurrió uno de estos raros eclipses en el sudeste asiático.

Dado que la Luna se aleja de la Tierra unos pocos centímetros al año, su tamaño aparente disminuirá, llegando el tiempo en que los eclipses totales sean muy raros y luego imposibles. Eso sin mencionar que el tamaño del Sol también cambia, creciendo poco a poco. Pero estos cambios sólo serán perceptibles dentro de cientos de millones de años.


Sobre el Sol y la Luna

Temidos, pero también celebrados por la humanidad a lo largo del tiempo, los eclipses exaltaron las creencias y las cosmovisiones de muchas culturas. A menudo acompañados con ofrendas, rituales o ceremonias, como una forma de dar sentido a sus mitos, a sus tradiciones orales y a un orden social. Estos impactantes fenómenos han quedado registrados en el arte rupestre, en códices, en libros y en tradiciones orales.

Aline Lara Galicia, investigadora del grupo ATLAS (Territorios y Paisajes de la Prehistoria Reciente en Andalucía), de la Universidad de Sevilla, resalta que diversas investigaciones han señalado eclipses pintados o grabados en el patrimonio rupestre mundial.

Un ejemplo se da en el arte rupestre del Parque Nacional de Kur-ring-gai Chase, en Nueva Gales del Sur (Australia). El astrónomo Duane Hamacher y el astrofísico Ray Norris revisaron en su trabajo sobre la astronomía de los aborígenes australianos 50 relatos relacionados con eclipses. Por ejemplo, en la mayoría de las culturas aborígenes el Sol es femenino y la Luna es masculina. Para el pueblo Yolngu de la Tierra de Arnhem, un eclipse solar era un acto de cópula entre el Sol (mujer) y la Luna (hombre).

Dice Duane:

“Cuando ocurre un eclipse, ella alcanza y ataca al ‘hombre luna’, al que llaman Bahloo”.

«El grabado en piedra de dos figuras humanas y una media luna podría estar representando la contemplación de un eclipse. La imagen es muy dinámica y podría parecer una ceremonia durante el llamado “tercer contacto”, el comienzo del eclipse total, cuando la superficie lunar entra completamente dentro de la umbra terrestre», destaca Duane.

Hamacher y Norris detallan que, en las tradiciones orales de los aborígenes australianos, los eclipses anunciaban un cambio aterrador que interrumpía la armonía del cosmos. Los Arrernte o Wardaman entendieron que algo cubría el Sol, pero lo explicaron como un gran pájaro negro o los efectos de una magia maligna.

La coincidencia en las fechas

Los grabados rupestres prehistóricos de Aspeberget, en Suecia, se han estudiado durante más de un siglo sin un consenso general sobre su significado. Entre ellos se encuentra una representación solar sostenida por dos figuras femeninas. Este petrograbado, según estudios de arqueoastronomía, se corresponde con un eclipse que sucedió el 23 de octubre de 1067.


Petrograbado de Aspeberget, Suecia. Sven Rosborn, CC BY 3.0
Hay una figura muy similar en el Cañón de Chaco, en Estados Unidos. Este conjunto pictórico se ha propuesto como el eclipse del 11 de julio de 1097. «Incluso se pintó la llamada corona o anillo solar que se proyecta cuando la Luna cubre la luz brillante del Sol. Según el astrónomo McKim Malville, de la Universidad de Colorado Boulder, experto en arqueoastronomía, quien descubrió el petroglifo en 1992, ‘no parece simbolizar un momento temible’”, apunta la investigadora.


Petroglifo. Piedra del Sol. Podría representar una ceremonia ante un eclipse. Universidad de Colorado, CC BY
Festividades para honrar al Sol
En tiempos prehispánicos y antes de la llegada de los europeos, culturas como los nahuas o los mayas contaron eclipses. En lengua nahua se le describía como Tonatiuh qualo, “el Sol es comido”, y en maya, Pa’al K’in, “Sol roto”. El Sol era devorado, comido o moría.

Un gran número de culturas prehispánicas desarrollaron herramientas, métodos y conteos calendáricos que les permitían hacer predicciones de fenómenos celestes. Los mayas acertaron en la predicción de eclipses hasta en un 55 % de la ocasiones.

Alfonso Torres, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH (México), ha realizado un profundo estudio sobre la observación astronómica en Hidalgo, México. El experto detalla ceremonias como las que se observan en pinturas rupestres elaboradas por pueblos otomíes y nahuas vinculadas a los eclipses, así como la inscripción calendárica del eclipse sucedido en el año de 1508.

En este conjunto también hemos sugerido una especie de ritual con elementos lunares asociados a las mujeres, además de otros símbolos calendáricos como guerras sagradas.


Posible fecha calendárica donde ocurrió el eclipse solar de 1508 en el valle del Mezquital, Hidalgo, México. Aline Lara
Concluye Galicia: «A pesar de que los eclipses fueron sinónimo de momentos funestos, en muchas culturas la unión del Sol y la Luna ha simbolizado el origen de la humanidad. Donde lo femenino con lo masculino se entrelazaban y donde los eclipses, como piensan hasta hoy los aymaras, debían suceder para que la vida continuara».


Lunes, 8 de abril de 2024

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