Elecciones 2023
Detrás del telón
Las negociaciones por los cierres de listas. El acuerdo en ECO. El tironeo con ELI. El PRO y la crónica de un final anunciado. Los portazos en Unión por la Patria. El oficialismo comunal y la necesidad imperiosa de garantizar la gobernabilidad, los próximos dos años.
Lunes, 11 de septiembre de 2023
A diferencia de otros cierres de listas de elecciones anteriores, en esta oportunidad, no hubo mayores sorpresas, en cuanto a los nombres de candidatos a concejales, que se elegirán el próximo 22 octubre, junto a las elecciones presidenciales.
EL ACUERDO EN ECO Y LOS TIRONEOS CON ELI
En Encuentro por Corrientes (ECO), el acuerdo entre el Comité de la UCR y el sector de Agustín Faraldo (Vamos Corrientes), se selló la tarde del 16 de agosto, en la estadía previa en Paso de los Libres,del Gobernador, Gustavo Valdés, ante de continuar su viaje a Yapeyú.
El mandatario no dejó opción, “el primero y segundo lugar de la lista pónganse de acuerdo entre ustedes quien lo lleva”, aclaró a los capitostes de la UCR y Vamos Corrientes.
Hasta el viernes previo al cierre de listas, el sector de Faraldo presionó fuertemente para ocupar el primer lugar. El radicalismo no aflojaba, demasiado había cedido, ya perdiendo uno de los dos concejales que debía renovar en el concejo.
La disputa era también en el plano simbólico para la UCR, siendo un partido centenario y con historia, no podía ceder la cabeza de la lista.
También es cierto que “Vamos Corrientes” y sus aliados, le ganaron el espacio público y la calle en los últimos tiempos. Faraldo fue ocupando espacios.
En el medio del tire y afloje, Encuentro Liberal (ELI), la tercera fuerza electoral en ECO, reclamó un acuerdo de palabra que data del 2021, entre Valdés y Pedro Cassani (líder provincial de ELI), por el cual, ELI recuperaba la banca perdida en el 2021, es decir colocaba un candidato/candidata en un lugar salible de la lista.
La voz cantante del reclamo, para definir la cuestión, era la misma presidenta de ELI, Cecilia Sanabria. Todos escucharon atentamente, hasta le dieron validez y legitimidad a la demanda, pero no pasó de eso. Lo cierto es que Valdés cuando bajó línea, omitió el acuerdo y no involucró a “Las Hormiguitas” en la negociación, solo habló de un tercer lugar en la lista para otro socio de la alianza, pero nada más.
Finalmente, el resultado electoral, sacado por cada fuerza política en las elecciones del 11 de junio, (UCR 4715 votos), (Vamos Corrientes 3202 votos), (ELI 943 votos) sirvió de sistema ordenador de la lista. El primer lugar correspondería al radicalismo, y el segundo para Vamos Corrientes. El tercer lugar se lo ofrecieron a ELI, que no se aceptó la propuesta y se retiró de las negociaciones, aunque días después dejó en claro que apoyaría la lista de ECO.
Luego, alguien propuso que el PRO podía ocupar el tercer lugar vacante. Rápido de reflejos, los Faraldistas, y ante la ausencia de los dirigentes “amarillos”, reclamaron para ellos el lugar. El radicalismo accedió. Adriana Faraldo quedó en tercer término. “Yacaré que se duerme, es cartera”, ironizó un dirigente de las huestes de Faraldo a esta redacción.
La cuestión de los nombres, fue otro motivo de fricción, sobre todo en el radicalismo.
En reunión de Comité, el nombre del “Chelo” Sincovez (Titular del partido), era el que más concitaba adhesión, algunas voces juveniles manifestaron sus discrepancias, ya que pujaban por el mismo espacio.
No obstante, Sincovez dio voluntariamente un paso al costado, para evitar ser impedimento. En el fondo sabía que la orden de Valdés de unificar con Faraldo, lo había desgastado ante sus correligionarios. Un dato, las encuestas de opinión que manejaban tanto en el radicalismo, como en el oficialismo comunal, lo mostraban con números favorables.
La balanza terminó inclinándose a favor de Tania Bonpland.
Su nombre para encabezar la lista, fue una confluencia, entre el Comité partidario, la Juventud Radical que había mostrado inicialmente resistencia –sostenían que ya no era parte de la juventud- pero terminó aceptando y la bendición final de Eduardo “Peteco” Vischi.
EL PRO Y LA CRÓNICA DE UN FINAL ANUNCIADO
La actitud política de la dirigencia del PRO, merece un capítulo aparte.
Las negociaciones se centralizaron en la capital correntina, en manos del presidente del partido a nivel provincial, Damián Garavano, más allá de las conversaciones locales, que llevó adelante aquí, el titular del partido, Mariano Silva, con otras fuerzas políticas.
Al no lograr lugares expectables en las listas de concejales de ECO, el PRO pateó el tablero de negociaciones e intentó formar una alianza por fuera de ECO en las localidades, donde se sintieron excluidos.
Aquí, el planteo era, de máxima un concejal salible, o de mínima acompañar la candidatura de Cecilia Sanabria en el segundo lugar de la alianza. Ni una, ni otra cosa ocurrió.
Al menos, resulta raro, para quien escribe éste artículo, que un partido, que en las elecciones del mes de junio, cosechó un poco más de cuatrocientos votos (dividido en tres fracciones en Paso de los Libres), y que su conducción partidaria, jugó en las PASO con el derrotado Horacio Rodríguez Larreta, intente imponer condiciones en una mesa de negociación.
Con la ilusoria búsqueda de una boleta larga alternativa - un impedimento legal, impuesto por el mismo expresidente Mauricio Macri, a través del decreto Decreto Nº 259/19 - y llevando al extremo de tensión la negociación, el desenlace para el PRO, resultó siendo "la crónica de un final anunciado”.
Dicen que el gobernador, enfurecido, mandó a pedir la renuncia del joven Garavano (Sub-secretario de pequeñas y medianas empresas), a través de la Ministra. La versión de Garavano, fue que renunció al área de manera indeclinable, denunciando públicamente “proscripción” a su partido en la alianza.
En el desaguisado tuvo intervenir, la candidata presidencial Patricia Bullrich, pidiendo que se apoye a la alianza ECO en la provincia, solicitud que debió que ser acatada por el partido, que tuvo que “retroceder en chancletas”.
En conclusión, el "amateurismo político" con el que se manejó el PRO, le costó caro.
EL OFICIALISMO COMUNAL Y LA IMPERIOSA NECESIDAD DE GARANTIZAR LA GOBERNABILIDAD LOS PRÓXIMOS DOS AÑOS
En Unión por la Patria, no todo fue color de rosas.
En el oficialismo tenían una premisa, llevar “tropa propia” en la lista de candidatos a concejales, en virtud de que las cuatro bancas, que pone en juego, no podrán ser renovadas. En el mejor de los escenarios, imponiéndose en las elecciones, podrá lograr tres concejales, en el peor de los casos, dos; en otros términos, arranca perdiendo un concejal. En esa lógica, su margen de negociación con aliados se redujo, a excepción del acuerdo alcanzado con el sector de Unidad Ciudadana, que abrió la posibilidad de la reelección, a la actual presidenta del Concejo Deliberante, Adriana Fernández.
En el camino quedó Mariela Altamirano, integrante del sector interno del peronismo, liderado por Diego Figueredo, éste a su vez, enrolado en la fracción de La Cámpora, de “Pitin” Aragòn.
Figueredo, titular de la ANSES, Paso de los Libres, quedó indignado, cuando lo derivaron a hablar, sobre la organización de las elecciones PASO, con Sebastián Silva (Secretario de Coordinación Planificación del Municipio y hombre de confianza del intendente Ascùa), y no con el mismísimo Ascùa.
Entre idas y vueltas, Aragón pidió por Altamirano, pero su postulación nunca prosperó.
Otro episodio de los forcejeos políticos del Frente, ocurrió en el despacho del jefe comunal, durante el mediodía del sábado, previo al cierre de listas, esta vez, el protagonista fue el referente del Frente Renovador, Juan Legarreta, quien pugnaba por el tercer lugar para uno de los suyos.
La discusión fue acalorada (propia de un cierre listas). El renovador amenazó con ir por afuera con lista propia, sino cumplían con su pretensión, Ascùa le advirtió, “perfecto, háganlo, pero después no hay retorno, eso que quede claro”. No hubo acuerdo.
Posteriormente, producto del enojo de “Juancito”, cuentan que tuvo contactos con el sector de Figueredo, pero el asunto no pasó a mayores.
El último viernes, en el acto de presentación de los candidatos de Unión por la Patria, estuvieron en primera fila, “Juancito” Legarreta y una comitiva importante del Frente Renovador, en una clara señal de apoyo a los elegidos por Ascúa.
Después de todo, nunca existió felicidad total en ningún cierre de listas, de ninguna alianza, en ningún tiempo.
La decisión de priorizar a los "puros" en la lista de candidatos (Arias-Barés) radica, según razonan desde la mesa chica de “Tincho” Ascùa, en garantizar la gobernabilidad de los próximos dos años de mandato, ante cualquier eventualidad electoral, tanto en el orden local, como también nacional.
La lista oficialista va con lo justo, no le sobra nada, sobre todo en lo que podría ser una elección reñida; si la determinación fue la correcta o no, lo sabremos dentro de seis domingos.
Por Ignacio Villanueva
Lunes, 11 de septiembre de 2023