El ex CEO de Torneos y Competencias recibiría la sentencia el 21 de noviembre próximo
Vuelve el escándalo de la FIFA a las carteleras
El New York Times vinculó a Alejandro Burzaco con una empresa mexicana que se benefició con los derechos de la Copa del Mundo. Se trata de una subsidiaria de Televisa.
Domingo, 29 de octubre de 2017
El escándalo de los sobornos en la FIFA volvió a despertarse entresemana con dos protagonistas excluyentes en su habitación: un empresario argentino y una compañía mexicana con sede en Suiza. Omnipresente en el caso, Alejandro Burzaco salió mencionado en un artículo del New York Times, aunque esta vez, vinculado al desconocido Mountrigi Management Group Ltd. La sociedad inscripta en el cantón helvético de Zug y subsidiaria del grupo Televisa, apeló a los servicios del ex CEO de Torneos y Competencias para colocar los derechos exclusivos que tiene de los próximos Mundiales. El hombre que se declaró culpable de haberles pagado coimas a dirigentes de la federación internacional todavía es un personaje incómodo para TyC, que produce los contenidos televisivos de nuestra Superliga. El 21 de noviembre a las 10 de la mañana se conocerá su sentencia. La jueza Pamela Chen del Distrito Este de Nueva York tiene que decidir su futuro legal y el de otros imputados. El primer condenado se conoció el miércoles pasado: es el ex directivo guatemalteco Héctor Trujillo que recibió la pena de ocho meses prisión. Si este fallo se considerara como antecedente, la actitud colaborativa de Burzaco con la justicia de EE.UU. podría favorecerlo de un modo semejante.
Mountrigi Group se hizo de los derechos televisivos de los mundiales hasta 2030. Por los torneos del 2018 en Rusia y 2022 en Qatar pagó 190 millones de dólares según el diario neoyorquino. Del registro comercial de Zug se desprende que el grupo es controlado por los mexicanos Mario Alberto García Pérez y Diego José Pani Villalobos. Pero la poderosa cadena Televisa está detrás de esa sociedad. El NY Times tituló el artículo que deslizó la relación con Burzaco: “¿Cómo una pequeña empresa garantizó en silencio los valiosos derechos televisivos de la Copa del Mundo?”. El ex accionista de TyC que se encuentra bajo libertad vigilada en EE.UU. puede tener la respuesta. Esa y otras tantas que inquietan a dirigentes, funcionarios y empresarios que se relacionaron con él durante los diez años en que confesó haber pagado sobornos. Lo declaró ante la Justicia de Estados Unidos. Por eso todavía se esperan más repercusiones en Argentina basadas en su testimonio.
Burzaco es uno de los 43 imputados en el escándalo FIFA. Después de ser extraditado por Italia a EE.UU. estuvo 19 meses bajo prisión domiciliaria. Pagó una fianza multimillonaria en febrero de este año y quedó en libertad a la espera del fallo de la jueza Chen. Había confesado que “en varios momentos desde 2005 y hasta 2015, acepté pagar y pagué sobornos y retornos a muchos directivos de la Conmebol, la FIFA y otros afiliados con el deporte del fútbol para obtener y mantener los derechos de marketing de varios torneos, incluida la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana, la Copa América y las ediciones 2018, 2022, 2026 y 2030 de la Copa del Mundo y varios partidos amistosos. Sabía que estos directivos usaban sus posiciones de autoridad y confianza para su propio enriquecimiento”.
El empresario hizo circular unos 370 millones de dólares por medio de varias sociedades offshore. En ese juego de Mamushkas ocultó el rastro del dinero hasta que la FIFA quedó al desnudo el 27 de mayo de 2015. El se fugó hacia Italia donde se mantuvo oculto hasta que pactó entregarse. Pero las señales de su modus operandi fueron conociéndose poco a poco. Torneos & Traffic Sports Marketing LTD (T&T), con sede en las islas Caimán, hoy está inactiva aunque todavía le pertenece en un 25 por ciento a Torneos y Competencias. Desde esa SA Burzaco trianguló pagos espurios. Cuando la productora acordó con la Justicia de EE.UU. abonar una multa de 112,8 millones de dólares tuvo que vaciar esa cuenta.
Una fuente con conocimiento de estos vericuetos legales le dijo a PáginaI12: “El acuerdo firmado allá es letra santa. La empresa se preocupó porque no sea más el director y después uno de sus accionistas. Burzaco es un coimero. Galarza en cambio (por Ignacio, su actual CEO) viene del mundo corporativo de Estados Unidos. Ha hecho una empresa nueva. El acuerdo con la Justicia lo condiciona a ser cinco años un monje franciscano. Si no se cumpliera volvería todo a fojas cero”.
El gigante AT&T de EE.UU. se fusionó con Turner. Es también dueño de Direct TV, que a su vez tenía un porcentaje de Torneos y Competencias. En ese juego de nombres propios se explica una buena porción del mapa de derechos televisivos en esta parte del planeta. Televisa ya era mencionada en el escándalo FIFA en los primeros informes de 2015 sobre la corrupción en el fútbol. También aparecía Mountrigi, cuyo nombre deviene de un monte suizo en Los Alpes. La novedad que dio el NY Times a través de su periodista Tariq Panja el jueves 26 es la relación comercial que mantuvo con Burzaco. Eso explica cómo la ignota sociedad radicada en Zug consiguió vender sus derechos de los Mundiales rápidamente. Torneos y Competencias Internacional los compró. Direct TV Internacional también. Las relaciones del ex CEO de TyC funcionaban a pleno.
Los nuevos detalles del FIFAgate son filtraciones que se conocieron cuando la Oficina del Fiscal General de Suiza (OAG) acusó a mediados de este mes por corrupción a Jerome Valcke, el exsecretario general de la FIFA. Lo hizo por la adjudicación de los derechos televisivos de los Mundiales desde 2018 a 2030. También imputó en la denuncia al presidente del club francés PSG, Nasser Al-Khelaifi, dueño a su vez del Bein Media Group LLC. Ambos están sospechados de ser socios para el delito. Este último lo habría sobornado al periodista deportivo y ex directivo francés –según Il Messaggero de Italia– con el regalo de una mansión en Porto Cervo, Cerdeña. Varios medios europeos se hicieron eco de esa noticia.
En este escenario donde las reputaciones de dirigentes y empresarios se derrumban, se está dando una llamativa tendencia. Desaparecieron o cayeron en el descrédito sociedades como la suiza ISL, Datisa de Burzaco, Full Play de Hugo y Mariano Jinkis, Traffic del brasileño José Hawilla, T&T de Torneos y Competencias o ahora Televisa y el poderoso Bein Media Group del qatarí Al-Khelaifi. Al mismo tiempo se reposicionaron o surgieron otras en los espacios libres de los derechos del fútbol que van dejando esas empresas imputadas por corrupción. Tienen algo en común: son de Estados Unidos. AT&T, Fox, Turner (que manejan ahora el fútbol argentino), WME, IMG, DirectTV o Lagardère Sports que cuenta con sede en Nueva York pero nació en Francia y se diversificó desde la industria de medios y la aviación al deporte. Hoy es socia de las confederaciones asiática y africana de la FIFA. Les gestiona sus negocios televisivos y de marketing. El mundo de oportunidades que gira en torno a los derechos del fútbol está cambiando de manos. Y en especial en lo que rodea a su joya más preciada, la Copa del Mundo.Domingo, 29 de octubre de 2017