Brasil
Moro se afiliió a un partido de derecha y busca ser alternativa a Bolsonaro y Lula
"Mi nombre estará a disposición para asumir el liderazgo de este proyecto", dijo ante una multitud en Brasilia el exmagistrado, quien intentará posicionarse como alternativa entre Bolsonaro y Lula.
Jueves, 11 de noviembre de 2021
El exjuez de la Operación Lava Jato y exministro Sérgio Moro anunció este miércoles su afiliación al partido derechista Podemos y lanzó una plataforma electoral para posicionarse como candidato presidencial en octubre de 2022 contra su exjefe, el mandatario Jair Bolsonaro, y contra Luiz Inácio Lula Silva, a quien condenó y mandó a prisión ilegalmente.
Con un discurso contra los "privilegios de la clase política", a favor del neoliberalismo económico y sin citar que fue considerado parcial por el Supremo Tribunal Federal tras condenar y encarcelar a Lula, Moro dijo que "está a disposición" para liderar el proyecto político.
"Mi nombre estará a disposición para asumir el liderazgo de este proyecto", dijo ante un colmado centro de convenciones de Brasilia el exmagistrado, quien intentará posicionarse como una tercera vía entre Bolsonaro y Lula, aunque su discurso busca disputarle el electorado al ultraderechista jefe del Estado.
En su discurso respaldó abiertamente la agenda económica de Bolsonaro ya que citó entre sus objetivos hacer una agenda de reformas macroeconómicas, privatizaciones y responsabilidad fiscal, con un llamado al "libre mercado que no permita que el gobierno interfiera en la vida de la gente".
Moro fue el juez de la ciudad de Curitiba que entre 2014 y 2018 juzgó la Operación Lava Jato, el escándalo de corrupción vinculada a la obra pública de la estatal Petrobras.
Desde ese lugar condenó y envió a prisión por 580 días a Lula, quien de esta forma quedó inhabilitado para competir en la elección de 2018.
Luego de esto abandonó la magistratura y se sumó al gobierno de ultraderecha de Bolsonaro para ser ministro de Justicia.
El exjuez dejó ese cargo en abril de 2020 acusando al mandatario de interrumpir su trabajo contra la corrupción.
En un tramo de su discurso, Moro citó los escándalos vinculados al Partido de los Trabajadores (PT) y la investigación por desvió de dinero público de la familia Bolsonaro, en una clara decisión de igualar a sus dos principales contendientes.
El exministro, pese a ser declarado parcial por el Supremo Tribunal Federal al bloquear la candidatura de Lula con intenciones políticas, no enfrenta cargos por mal desempeño de sus funciones.
En ese marco, dijo que uno de sus proyectos es crear una "Fuerza-tarea" como Lava Jato pero para "erradicar la pobreza".
Podemos es un partido de derechas surgido por disidentes de otras fuerzas tradicionales, que se posicionó a favor de Bolsonaro en 2018 y es considerado uno de los brazos parlamentarios de los intereses de la Operación Lava Jato de Curitiba.
Moro dijo que entre sus propuestas está la eliminación de la reelección presidencial y el fin de los fueros para las autoridades de todos los poderes del Estado.
"Nunca tuve ambición política", repitió el magistrado nacido en Maringá, estado de Paraná, a 400 kilómetros de la frontera argentina.
Las encuestas le atribuyen entre 5 y 10 por ciento de intención de voto al ex juez, que volvió a Brasil tras vivir el último año en Washington donde trabajó para la firma de abogados Alvares&Marsal.
Moro también dijo que está a favor de aumentar las penas para delitos de corrupción y propuso que los condenados en segunda instancia puedan ir presos, sin tener chances de agotar las instancias judiciales, en contradicción con lo que marca la Constitución.
Una encuesta revelada hoy por el canal CNN Brasil abonó otros sondeos que colocan a Lula primero lejos y favorito a ganar tanto en primera como en segunda vuelta.
La encuesta de Genial/Quest indica que el dirigente del PT tiene 48% de intención de voto -técnicamente en condiciones de ganar en primera vuelta, para lo cual que se necesita el 50%- contra 21% de Bolsonaro, 8% de Moro y 6% del laborista Ciro Gomes.
El actual presidente se afiliará al Partido Liberal -uno de las fuerzas del bloque oficialista llamado Centrao en el Congreso- de cara a esos comicios y logró superar el miércoles por la noche el primer peldaño para lograr una enmienda constitucional que abra un espacio fiscal de 15.000 millones de dólares en 2022 para pagar por 12 meses una ayuda social a 17 millones de personas.
En ese marco, Bolsonaro eliminó el plan social Bolsa Familia, bandera histórica de Lula y el PT, y lanzó Auxilio Brasil, para darle una marca social a su gobierno, en medio de una crisis humanitaria con más de la mitad de la población con algún tipo de inseguridad alimentaria y 19 millones en situación de hambre.
El mandatario pretende llegar a un plan social de 400 reales mensuales (unos 70 dólares), en medio de la peor escalada inflacionaria de alimentos y combustibles desde hace dos décadas.
Este jueves, el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) divulgó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplio, la inflación oficial, fue de 1,25% en octubre, el mayor avance para el mes desde 2002.
El mandatario se niega a cambiar la política de precios internacionales del petróleo impulsada en 2016 por la gestión de Michel Temer a pedido de los accionistas privados de Petrobras, entre los cuales está el megafondo de inversión Black Rock.
En el acumulado del año, la inflación es del 8,24%, cuando el centro de la meta diseñada por el Banco Central es 3,75%. En los últimos 12 meses, el acumulado es 10,67%, el registro más alto desde 2016.Jueves, 11 de noviembre de 2021